La Universidad Nacional de Luján suma un nuevo monumento en conmemoración de los 40 años de su reapertura: un pañuelo de hierro creado por los artistas Luis Lofeudo y Leticia Miglioranza, en homenaje a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y su lucha por la memoria, la verdad y la justicia.
Ubicada entre el pabellón de las aulas 200 y el edificio Scalabrini Ortiz, esta obra en proceso de construcción estará lista en aproximadamente diez días. La escultura utiliza la técnica de ensamble y tiene como insumo principal chatarra reciclada de la propia universidad, sumando un valor de reciclaje a la propuesta: “La idea es construir el símbolo de la memoria con elementos de descarte, para que se transformen en un mensaje”, explica Miglioranza.
Con un diseño inmersivo, el monumento está pensado para invitar a quienes lo visiten a ingresar en su interior, donde podrán sentarse y rodearse de imágenes que evocan la lucha por la reapertura de la UNLu, tras su cierre durante la última dictadura militar. Además, la comunidad universitaria y el público en general están invitados a soldar partes de la escultura, convirtiendo el proyecto en una experiencia colectiva y compartida.
El pañuelo de madres y abuelas, ahora inmortalizado en hierro, se convierte en un recordatorio de la lucha, la resistencia y la memoria colectiva, y abre un espacio de reflexión, desde el arte y la cultura, en un contexto sumamente complejo para las Universidades Nacionales.
La escultura es una donación a la UNLu de Luis Lofeudo y Leticia Miglioranza, y se suma a otras creaciones de los artistas, como el monumento en el Parque Las Heras, el monumento a la memoria más grande del país.