La muestra “Baby Colalillo, artista emergente 1940-2017”, inaugurada el viernes 11 de julio en el Estudio de Arte Cueto, convocó a un público interesado que por primera vez entró en contacto con la obra de esta artista oriunda de Chivilcoy. Bajo la curaduría de Marcela Cueto y con texto de sala de Paula Fígoli, la exposición se convirtió en un espacio para el descubrimiento, la reflexión y el intercambio intergeneracional.
“La gente que vino se mostró realmente interesada y comentó con mucha profundidad las obras que estaba viendo por primera vez”, expresó Cueto tras la apertura. También valoró la conversación con colegas y con visitantes ajenos al ámbito artístico: “Se hizo evidente la necesidad de proponer y motorizar proyectos que activen patrimonios de familias e instituciones para compartirlos con la comunidad actual”.
Una obra silenciada que se reactiva
La muestra propone un rescate inédito de las obras de Celia María Carolina “Baby” Colalillo, quien fuera esposa del reconocido pintor mercedino Héctor “Quito” Cueto. Su producción artística —oculta por décadas— se reactiva en esta exposición que invita al espectador a recorrer un universo plástico detenido en el tiempo.
Baby y Quito Cueto se conocieron en las clases del maestro Demetrio Urruchúa en Luján, y trabajaron juntos en el histórico Taller de Cerámica para Niños entre 1973 y 1992. Sin embargo, Baby dejó de pintar a inicios de los años 70, al formar su familia. Desde entonces, su obra permaneció sin circular.
“Esta muestra busca develar esa obra clausurada por su autora y por su entorno, y activarla en nuevos diálogos con un público que aún no la conoce”, señalan Cueto y Fígoli en el texto curatorial.