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Córdoba decide: el radicalismo ante una encrucijada histórica

Por Ariel Dulevich Uzal (Especial para este medio). Con todo el respeto que me inspiran los correligionarios radicales de Córdoba —entre los que tengo tantos amigos, y evocando también a aquellos que ya no están—, me permito compartir una lectura desde la provincia y la ciudad de Buenos Aires sobre la definición interna que transitan por estos días.

Lo hago en nombre de muchos que, inspirados por la utopía alfonsinista, venimos desde hace años enfrentando la cooptación de la Unión Cívica Radical por sectores de derecha. Primero fue el macrismo en Cambiemos, luego en Juntos por el Cambio, y hoy esa subordinación parece consumarse a través del mileísmo, una corriente que no duda en alinearse con la megaderecha neofascista que encarna el actual presidente Javier Milei.

La megaderecha neofascista no es compatible con la tradición radical. La actual deriva del oficialismo, con definiciones doctrinarias extremas que se sustentan en el fundamentalismo anarcocapitalista, se manifiesta a diario en la gestión autoritaria que Milei lleva adelante desde el Ejecutivo nacional. Y aunque parezca una afirmación dura, me permito decir que es clara, veraz e irrefutable.

«Está en juego el alma del radicalismo y su rol en la historia argentina»

Basta repasar actos de gobierno, resoluciones y pronunciamientos que en apenas dos años han dejado en evidencia el carácter regresivo, excluyente y contrario a las ideas de la democracia social, el Estado de derecho y la república que el radicalismo supo defender a lo largo de su historia.

El radicalismo no puede ser cómplice del dictador en ciernes. Desde esta mirada —que sugiero considerar como prioritaria y excluyente—, exhorto a quienes están por definir el futuro del radicalismo cordobés a que lo hagan con sentido de responsabilidad histórica. Que dejen de lado antecedentes personales, nombres o simpatías de ocasión, y concentren su decisión en algo más profundo: la defensa de los principios ante los peligros del totalitarismo de mercado que hoy se ejerce desde la Casa Rosada.

«La megaderecha neofascista no es compatible con la tradición radical»

La interna cordobesa plantea una dicotomía que es más que evidente:

Está en juego el alma del radicalismo. Nada menos que eso está en juego. El radicalismo cordobés —histórico precursor de grandes gestas partidarias— tiene hoy la posibilidad de liderar nuevamente la reconstrucción ética e ideológica de nuestro centenario partido.

Con coraje, con convicción, con memoria. Porque lo que se decide en Córdoba no es solo una interna provincial: es un mojón en la lucha nacional por recuperar el sentido profundo de la política y la dignidad de la UCR como herramienta democrática, popular y transformadora.


Ariel Dulevich Uzal es mercedino y ex Subsecretario de Turismo de la Nación durante el gobierno del ex presidente Raúl Alfonsín

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