El escritor local Max Bidart presentó con éxito su primer libro de cuentos, «Justo Ayer», en un evento que se convirtió en un emotivo regreso a sus orígenes.
La presentación se llevó a cabo el pasado sábado en el Colegio Nacional de Mercedes, el mismo lugar que lo vio crecer y que sirve de escenario para varias de las historias que componen la obra.
El evento no solo fue un hito en su carrera literaria, sino también una ocasión para reconectar con amigos, familiares, exdocentes y vecinos, muchos de los cuales son protagonistas de sus relatos. “Fue movilizante”, expresó Bidart, describiendo la experiencia como un regreso a sus raíces y un espacio de emociones compartidas. La lectura de los cuentos con efectos de sonido en vivo (foley) a cargo de Laureano Disipio añadió un toque único a la velada. Además, las palabras de Alejandro Badano y el profundo análisis de Susana Spano conmovieron al autor.
Un camino de presentaciones y nuevos proyectos
El libro ha tenido una gran acogida, superando las expectativas del autor para una primera publicación. Según Bidart, lo que más ha resonado entre los lectores es la “honestidad y sensibilidad” de sus relatos, más allá de la sencillez de su prosa. La obra ya ha sido mencionada en medios nacionales y locales, incluyendo radios como Mega y 10, así como en diversos portales y medios de la ciudad de Mercedes y La Plata.
La gira de presentaciones continuará el próximo 12 de septiembre en City Bell Libros, en La Plata, con el periodista Alejandro Bidart como moderador. El autor también tiene programadas presentaciones en CABA y Asunción, Paraguay, para finales de septiembre o principios de octubre.
El éxito de «Justo Ayer» no ha hecho más que consolidar su camino como escritor. El autor ya tiene varios proyectos en marcha, incluyendo una novela gráfica para público adulto, la continuación de las historias de Justo y una novela que se encuentra en fase de exploración.
Bidart destaca que una de las mayores lecciones aprendidas en este proceso fue “lo difícil que puede ser escribir sencillo”. Y explicó que el verdadero desafío literario reside en “despojarse de todo lo barroco” para encontrar una voz auténtica que conecte directamente con la nostalgia y la imaginación del lector.