
Tras la polémica desatada a nivel nacional por la difusión del denominado «Mapa de Arsénico» elaborado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), el Consejo Hídrico Federal (COHIFe), un organismo integrado por los Estados Provinciales, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Estado Nacional, se expidió de manera contundente desestimando la validez del informe que había incluido a numerosas ciudades de la Provincia de Buenos Aires, entre ellas Mercedes.
La Asamblea del COHIFe, reunida el 4 de diciembre de 2025 en Mendoza , emitió la Resolución N° 002/2025 , que declara oficialmente que el material difundido por el ITBA «carece de las condiciones técnicas, científicas, metodológicas y documentales necesarias para ser considerado una herramienta válida de caracterización hidrogeoquímica, sanitaria o cartográfica».
La resolución del COHIFe esgrimió argumentos académicos y científicos detallados para rechazar el informe.
En primer lugar, se destacó la falta de rigor científico y de trazabilidad verificable. El estudio del ITBA se basó en muestras aportadas por personas de manera voluntaria, sin un registro de cadena de custodia, sin validación de coordenadas exactas, profundidades o tipo de captación, contraviniendo normas internacionales y nacionales como la OMS y las IRAM. Además, el Instituto no aportó controles de calidad analítica ni el estudio fue sometido a la revisión por pares, surgiendo de un proyecto de extensión y una tesis de grado.
En segundo lugar, el Consejo alertó sobre la confusión informativa generada. Se señaló que el mapa mezcló datos de aguas subterráneas crudas con el agua efectivamente consumida por la población a través de la red potable. Esto induce a interpretaciones erróneas, ya que las jurisdicciones realizan monitoreos y operan sistemas de tratamiento para asegurar que el agua de consumo humano cumpla con los valores establecidos en las normativas.
Agua de red en Mercedes es «potable»
Desde el ámbito local, la Municipalidad de Mercedes ya había expuesto datos científicos para disipar la alarma generada por el mapa del ITBA. Se reafirmó que el agua de red de la ciudad es potable, y que los controles son rigurosos.
Se informó que los análisis bacteriológicos se realizan de manera semanal y los fisicoquímicos semestralmente, un nivel de control más estricto que el requisito anual estipulado por la legislación. El COHIFe reafirmó que las jurisdicciones que lo integran, como la Provincia de Buenos Aires, garantizan que el agua suministrada cumple estrictamente con los valores normativos vigentes.
La resolución del COHIFe exhorta a que toda publicación futura sobre parámetros que afecten la salud pública se realice con «estricto apego a los estándares técnicos nacionales e internacionales vigentes, asegurando transparencia, rigor metodológico y comunicación responsable».
