En vísperas de las festividades de Navidad y Año Nuevo, la Municipalidad de Mercedes, a través de su Dirección de Discapacidad, intensificó las campañas de concientización para erradicar el uso de pirotecnia de alto impacto sonoro.
Bajo el lema “Más luces, menos ruido”, la gestión local busca garantizar festejos inclusivos donde todas las familias puedan brindar sin que el estruendo signifique el sufrimiento de terceros.
Tatiana López, titular del área, enfatizó que no se trata de una medida arbitraria, sino de una política pública destinada a proteger el bienestar común.
“Queremos una fiesta para todas y todos. Cuando brindamos a las doce, queremos estar todos juntos en familia y poder disfrutar”, señaló la funcionaria al apelar al compromiso ciudadano.
La directora Tatiana López apeló a la empatía vecinal y recordó que la pirotecnia sonora está prohibida por ordenanza debido al grave impacto en la salud de personas con discapacidad, adultos mayores y veteranos.
Un impacto que trasciende los ruidos
La funcionaria visibilizó que la sensibilidad auditiva extrema afecta a diversos sectores de la comunidad, quienes a menudo deben pasar las celebraciones en aislamiento o bajo situaciones de crisis:
- Personas con discapacidad: El impacto alcanza a un espectro amplio que incluye el autismo y la parálisis cerebral; muchas de estas personas se ven obligadas a usar auriculares o permanecer encerradas.
- Veteranos de Guerra: Las explosiones actúan como disparadores de traumas vinculados al combate.
- Salud Mental: Los ruidos inesperados provocan crisis en personas internadas o con cuadros de salud mental frágil.
- Adultos mayores y animales: Sectores que padecen altos niveles de estrés y desorientación por los estruendos.
Educación y prevención desde la infancia
Desde la Dirección de Discapacidad, en conjunto con las áreas de Juventud y Salud Mental, se vienen realizando jornadas pedagógicas con alumnos de nivel primario. El objetivo es explicar que la restricción de la pirotecnia sonora responde a una necesidad social y no a un «capricho» normativo, fomentando que los niños actúen como agentes de cambio dentro de sus hogares.
López concluyó reiterando la importancia de que los adultos den el ejemplo: “Demos el ejemplo como padres y como familia a nuestros niños para que todos podamos celebrar y encontrarnos sin que nadie esté sufriendo”.