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15/06/13
El padre Marcelo Abrey cumplió días pasados sus 30 años de sacerdocio y está viviendo estas horas de una manera muy especial, agradecido a Dios por tantas gracias, que incluyeron un viaje a Roma en el que estuvo con el Papa Francisco. El cura párroco de San José Obrero el pasado miércoles 12 de junio cumplió efectivamente sus 30 años de sacerdote, luego de que en un día similar de 1983 en un año santo el Papa Juan Pablo II lo ordenó sacerdote en la Basílica de San Pedro, en Roma. “Yo tenia 24 años y ahora tengo 54. Han pasado 30 y realmente ese momento fue de gracia y ni hablar de que estuvo el papa Juan Pablo II, aunque si hubiera sido cualquier obispo fue aceptar algo tan grande para poder llevarlo alguien que es tan poco, algo así como dice el apóstol Pablo, ‘poder llevar en vasijas de barro un misterio que nos supera y es grandísimo’. Entonces realmente estoy viviendo estos días con mucho agradecimiento a Dios, porque he gustado en estos 30 años el amor que Dios le tiene a las personas. Eso mantiene y aumenta nuestra fe. Dios ama a todos sin excepción y cuando las personas le dan un poco de espacio en sus vidas, El hace nuevas todas las cosas, la familia y la sociedad. Y eso es lo que anunciamos y por eso nos preocupamos de que estemos cerca de Jesús. Yo agradezco a esta comunidad de San José y a todas, que me han hecho crecer”, dijo a este medio, este sábado, poco antes de la misa vespertina.
Abrey estuvo en varios destinos. En un principio en Castelar, en un colegio, luego en una parroquia pobre en el barrio Alberti en las afueras de Río Cuarto, en Córdoba. Y en esa provincia mediterránea seguiría afincado: unos años en General Deheza, luego como párroco en Arias. De ahí se fue a estudiar a Roma, para terminar su licenciatura en Moral. A su regreso llegó a la Diócesis de Mercedes, donde estuvo trabajando en el Obispado con cenáculos, jornadas, encuentros para novios y esposos, recorriendo los colegios como encargado de la JUREC, en una labor con Monseñor Emilio Ogñenovich que incluyeron labores en las comunidades terapéuticas. Luego estuvo en la Parroquia San Luis Gonzaga, a continuación en la Basílica Catedral “Nuestra Señora de las Mercedes”, y ahora está al frente de la parroquia San José Obrero, de Mercedes. Con la Virgen y con el Papa Y sobre su presencia en Roma, Italia, puntualizó: “Pude estar nuevamente en la tumba de San Pedro, rezar ahí y agradecer el sacerdocio, además de ver al Papa Francisco, al que vi en una audiencia de un miércoles en la que llovía mucho y se mojó todo, ya que no quiso usar paraguas. Hizo todo el recorrido bendiciendo a la gente y dio un mensaje muy lindo de reconocer que la Iglesia es Cristo y Cristo es la Iglesia, y que mucha gente a veces separa muchas veces por los pecados del cura, del obispo y del Papa, tal cual dijo. Lo vi pasar, no pude hablar personalmente, nos bendijo, había mucha gente que le gritaba cosas en distintos idiomas. Lo quieren mucho a este hombre que es un argentino y es de todos. La gente se emociona mucho cuando uno dice que es argentino y lo identifican con el Papa Francisco. Yo doy muchas gracias a Dios por este viaje, por el sacerdocio y por las comunidades. Ojalá que haya muchas vocaciones, que podamos cumplir lo que la virgen nos pide, que es rezar por la paz, y tener en cuenta las cosas que nos acercan a Jesús, y que escuchemos lo que nos dice el Papa y lo hagamos”, completó Marcelo Abrey.
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Mercedes - Bs As - Argentina |
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