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24/09/06 Este domingo por la tarde en la basílica Catedral hizo su reaparición pública monseñor Ruben Di Monte, en la culminación de la celebración por la virgen de las Mercedes, y se metió de lleno en el debate sobre la participación de integrantes de la Iglesia en la política: "No somos para la política partidista, tenemos mucho más que hacer", dijo Di Monte. "Ayúdennos a no convertirnos en políticos", pidió el arzobispo en una basílica Catedral colmada de fieles, tras la procesión que partió de 47 y 22 para arribar, ante una banda militar, e ingresar por las escalinatas con la imagen a cuestas. Esta discusión de la Iglesia que se da en varios ámbitos tiene a uno de los casos más notorios en el del obispo de Iguazú, monseñor Joaquín Piña, que el 29 del mes próximo encabezará la lista de candidatos opositores a la reforma de la Constitución de Misiones. El arzobispo, recién llegado de Uruguay y tras un paso por el santuario de Luján, estuvo en Mercedes para incorporarse a la procesión tras su paso por la Curia Eclesiástica, en la esquina de 31 y 22. Al partir hizo algunas declaraciones a la prensa en las que habló de su "alegría y paz": "Estuve en Uruguay, llegué a la madrugada, estuve en la gran peregrinación de miles de gauchos en Luján y aquí estoy", decía Di Monte mientras avanzaba a un costado de la columna principal, que portaba la imagen de la virgen en alto. En tanto, el intendente Carlos Selva participó de toda la caminata y de la misa de la mano de su esposa, Cristina Arias, y se mostraba con "muchísima fe, esperanzado de que todas las plegaras a nuestra Patrona sean escuchadas" a poco de ingresar al templo en que se celebraría la misa.
Las campanadas resonaban a la llegada de la columna de la procesión a la Iglesia Catedral. Eran cientos de metros de creyentes en fila, a los que se sumaban con su participación algunos colegios con sus banderas de ceremonias, que se erguían entre quienes marchaban y portaban otra larga bandera argentina en el centro. Los sacerdotes de la diócesis estaban adelante, para acompañar a la imagen y encabezar con las autoridades civiles y de seguridad la entrada al recinto de ceremonia. La
gracia de estar Con la previa lectura del libro de Judith por parte de una monja, Di Monte se refirió a los sacerdotes, seminaristas, religiosas consagradas, el intendente, concejales, comandante de Gendarmería, comisarios de policía provincial, federal y departamental, y al inspector de educación, entre otras autoridades a las que nombró, para luego incluir a todos los presentes: "Tengo la gracia de estar con ustedes para depositar en vuestros corazones la palabra del Señor", aseguró junto a la patrona de la Arquidiócesis, e inmediatamente habló de la fundación de la Orden de los Mercedarios. Y destacó las múltiples tribulaciones que se daban en ese día a esta misma virgen en distintos lugares del país. "Siendo hijos de Dios tenemos que vivir en libertad. El camino de la libertad lo recorrió a diario para nosotros Jesucristo", dijo entre otras consideraciones. No es fácil hallar la verdad en un mundo sembrado de tanta confusión. Encontrar la verdad y el sentido de nuestra vida humana y espiritual", dijo.
"El titulo de Nuestra de la Virgen de las Mercedes tiene que ver con gracia, con respeto, con libertad", dijo y volvió sobre una anécdota de las sagradas escrituras. También insistió una y otra vez con la necesidad del sacrificio y dividió la salud moral de la salud física, asegurando que la virgen estaba para resolver ambos problemas. "Aprendamos a ir a ella en lo que nos haga falta", pidió. Di
Monte, crítico "Esto da tristeza también dentro del momento difícil que estamos viviendo en el país, y no lo digo en el sentido político, sino pensando en como nos quieren empujar a la política partidista a los sacerdotes. Ahora nos empujan por la televisión, por la radio, por los diarios. Después si caemos en la trampa se reirán de nosotros No hablo de la política en sentido que no sea como expresión de la ética. Hablo de la política partidista a la que ustedes tienen especial derecho, pero para la cual nosotros los sacerdotes no estamos convocados, tenemos que vivir sin partido, es decir no estar partidos sino vivir sencillamente y profundamente para el ejercicio de nuestro ministerio sacerdotal, comprometiéndonos en todo lo que signifique la justicia y la verdad", dijo y cuestionó el bombardeo mediático sobre este tema de la Iglesia y la política.
Por su parte, Ruben Di Monte no se privó de dar su opinión respecto a este tema de la política partidaria y la Iglesia: "No somos para la política partidista, tenemos mucho más que hacer", dijo Di Monte. "Ayúdennos a no convertirnos en políticos", pidió. "La Iglesia ha previsto esto", dijo y habló de que "se nos quiere meter a todos en un ambiente que no es el nuestro". "Hay tanto que hacer en todas las expresiones de la vida, la salud, la cultura", razonó Di Monte sobre el rol fundamental de un sacerdote, en la misa que se realizó este domingo por la tarde alejándose de esta idea d supuesto consenso que habría en la cúpula de la Iglesia para dar vía libre a los curas y religiosos que se asomen a la vida partidaria argentina.
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