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03/09/13
El 5 de setiembre se llevarán a cabo elecciones de la CTERA. Esa sigla se ha ido tornando algo desconocido para la mayoría de la docencia nacional, tal es así que muchos preguntan qué significa. La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) se fundó en el año 73 en un amplio ascenso del clasismo en el movimiento obrero. Por entonces las luchas de todos los sindicatos oponían a la vieja burocracia sindical peronista con un fuerte movimiento clasista. En la docencia, la discusión por entonces era ¿somos los docentes trabajadores? ¿Somos parte del movimiento obrero? De un lado respondían a esto los dirigentes de FEB que defendían un criterio “profesionalista”, opuestos a reconocernos como trabajadores asalariados y contrarios a afiliarnos a la CGT de entonces. En un histórico congreso celebrado en Huerta Grande (Córdoba) no sólo se funda la CTERA sino que se sienta expresamente el concepto de considerarnos “trabajadores de la educación” y ser parte del movimiento obrero, y por lo tanto ser integrantes de la CGT. La CTERA nació integrando a los docentes nacionales y a sus sindicatos de base, con banderas históricas como un estatuto único para los maestros y profesores de todo el país y un salario común, siguiendo el principio de igual remuneración por igual salario. La dictadura se encargó de masacrar a esta camada de dirigentes clasistas y de imponer al oscurantismo más absoluto en la educación nacional. ¿Por qué la CTERA se fue desdibujando? O, ¿qué hizo la Celeste para lograrlo? La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina fue sufriendo los avatares no sólo de la dictadura militar sino también de las diversas conducciones celestes que dejaron pasar las medidas de descentralización, aún después de la retirada de los represores. Es cierto que la transferencia de escuelas a las provincias empezó antes del 83, pero el golpe de gracia fue dado en los comienzos del menemismo, cuando se provincializó totalmente el sistema educativo, paso previo a la aplicación de la nefasta ley federal. La CTERA fue una espectadora de lujo en estos procesos que dejaron a la Nación sin escuelas y dieron lugar a una fragmentación educativa sin precedentes. María Sánchez (Mari), una de las mentoras de la lista Celeste, se encargó de mantener paralizada a la organización nacional de la docencia, que ante la inminente sanción de la ley anti - educativa mantuvo un silencio absolutamente cómplice con el Menemismo. La ley Federal se votó en el parlamento a fines del 94 y su implementación comenzó a hacer pedazos el sistema educativo, lo que recién fue percibido por la docencia, sobre todo bonaerense, en 1997. En ese año luego de haber permitido el paso de la ley la Mari, ya reemplazada por Marta Maffei, al frente de la CTERA, se vio obligada a salir a la lucha con los tradicionales “paros aislados”. El derrumbe del menemismo La integración al kirchnerismo Pero si aquel asesinato se pudo haber evitado con un plan de lucha nacional que Hugo Yaski evitó convocar, no existió nunca un paro o cosa parecida en contra del impuesto al salario. Es un momento histórico en que la oposición a la Celeste ha recuperado diversos sindicatos provinciales y once seccionales importantes del SUTEBA, especialmente La Matanza. De esa experiencia hemos constituido una lista plagada de luchadores por la escuela pública, que defienden el salario docente contra la inflación y que reclaman una CTERA independiente del gobierno “K”. Por eso el 5 de setiembre hay que votar la lista Lila Multicolor.
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Mercedes - Bs As - Argentina |
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