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La secretaria gremial de la Asociación de Trabajadores Municipales de Mercedes, Liliana Gutiérrez, saludó a los trabajadores de ese sector en vísperas del Día del Trabajador Municipal.

En ese sentido, dio a conocer un comunicado, firmado por Humberto Francisco Bertinat y Oscar Tomas Ruggiero, quienes son Secretario Adjunto y Secretario General de la Federación de Trabajadores Municipales, respectivamente, remarcando que la confederación fue creada en la Ciudad de Córdoba a los ocho días del mes de noviembre de 1959, dejando en claro que “el nombre de Confederación de Obreros y Empleados Municipales Argentina”, es el que regiría los destinos de los Trabajadores Municipales del país.

“Así nacía la COEMA como símbolo de unidad nacional, de trabajo y de dedicación en pos del bienestar de toda la familia municipal. Una década antes (1947) se conformaba nuestra Federación, como parte de una etapa en nuestro país en donde era necesaria la organización de la clase obrera en resguardo de los derechos laborales en esa época privados o cercenados.  Hoy mucho tiempo después nos encontramos con una realidad distinta a aquella, pero igual de dolorosa. A veces creemos que los sistemas son injustos, al menos con nuestro sector, y de a poco nos roban las esperanzas, pero la fortaleza que hemos demostrado los municipales, como pilares fundamentales de los municipios, de la provincia y del país, nos permite orgullosa y silenciosamente seguir adelante y mantener con altruismo los principios heredados, con trabajo y dedicación. En ese sentido seguiremos aunando esfuerzos para lograr la unidad de nuestro sector, y la del movimiento obrero nacional”, indican.

Además, desean un “muy Feliz Día a todos los compañeros municipales; pedirles perdón por las conquistas postergadas; agradecerle a todos los compañeros municipales por su continuo apoyo y a los integrantes de las Comisiones Directivas de los Sindicatos de base por su labor y dedicación”.

Y cierran con una frase del Papa Francisco, que dice: “El trabajo es un elemento fundamental para la dignidad de una persona. El trabajo – para usar una imagen, nos 'unge' de dignidad, nos llena de dignidad; nos hace semejantes a Dios, que ha trabajado y trabaja, actúa siempre (cfr. Jn 5,17); da la capacidad de mantenerse a sí mismos, a la propia familia, de contribuir al crecimiento de la propia nación”.

 

 

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