Juanjo Abregú: “Nosotros estamos, al igual que muchos, peleándola día a día”

Este sábado pasada la medianoche, Juanjo Abregú fue el artífice del cierre estelar de la peña Lawar Wayna que se llevó adelante en el Club Quilmes, y contó con la presencia de Estirpe Mercedina, Sachapampa, Los López Heredia y los cuerpos de danzas “Santa Cecilia” y “Peumayén”.

El joven y destacado tucumano de 29 años llegó junto a sus músicos a la ciudad de Mercedes, y mientras esperaba su turno para cantar en la peña, en el primer piso el gimnasio y en un clima íntimo y cordial, tuvo un rico diálogo con este medio, en el que comentó algunos aspectos de su vida, tales como sus orígenes en la música de la mano de la motivación y el impuso que le dio su familia, y además adelantó que está grabando su segundo disco, que verá la luz en breve.

A Abregú se lo vio como un destacado en las peñas de Cosquín, los grandes lo señalan como una revelación del nuevo folclore, está acompañado por increíbles y talentosos músicos, pero según dice siempre la está remando. Nacido en Las Talitas, un pequeño municipio de provincia de Tucumán, al noroeste de la ciudad capital, en el departamento de Tafí Viejo, se crió desde muy chico en Buenos Aires. Es hoy uno de los artistas jóvenes con mayor pasión que trata de imponer su estilo, lleva lo suyo para adelante con mucha energía y estuvo por segunda vez en Mercedes.

“Estoy muy contento de estar acá y agradecido a la gente que esta en la organización de esta peña por haberme convocado”, confesó con total humildad ante NOTICIASMERCEDINAS.COM. “Me han contado que en anteriores peñas estuvieron Bruno Arias y Marcelo Gómez, por lo que me pone muy contento que me traigan a compartir con la gente de aquí, que me abran las puertas. Mi proyecto es pechador, es bastante alegre, bailable, y tratamos de hacer música como nos sale y como nos gusta. Queriendo imponer nuestra identidad, hacerlo como nos surge, y ahora estamos preparándonos para un segundo disco. El primero sabemos que se escucha y nos da mucha alegría”, dijo en principio.

"Cuando tenía alrededor de 12 años la primera vez que estuve en contacto con un instrumento fue por un médico que le regaló a mi papá una guitarra para mí, para que estudie. Le di atención un tiempo y luego la dejé, pasaron los años y mi papá aprendió a tocar la guitarra y lo hacía en la iglesia del barrio. Luego de grande me interesó el violín, su sonido, y conseguí uno. Empecé a practicar día a día, y también fui a profesores. La música surgió en mí gracias a mis viejos”

Luego, comentó sobre sus inicios en la música folclórica, agradeciendo a sus padres por habérselo motivado. “Es responsabilidad de mis padres. Ellos vinieron desde Tucumán conmigo a Buenos Aires, yo tenía un año, ellos buscaban una salida laboral que en Tucumán no se les daba. Desde chico escuchaba la música que ellos ponían: Los Manceros, Los Chalchaleros, Los Tucu Tucu. Y a medida que fui creciendo tenía amigos en el barrio que bailaban folclore y empecé a bailar. Cuando tenía alrededor de 12 años la primera vez que estuve en contacto con un instrumento fue por un médico que le regaló a mi papá una guitarra para mí, para que estudie. Le di atención un tiempo y luego la dejé, pasaron los años y mi papá aprendió a tocar la guitarra y lo hacía en la iglesia del barrio. Luego de grande me interesó el violín, su sonido, y conseguí uno. Empecé a practicar día a día, y también fui a profesores. La música surgió en mí gracias a mis viejos”, explicó.

De esa infancia y adolescencia llegó esta adultez de músico que puede de alguna manera vivir de lo que hace. “Cuando decido hacerme solista, hace 5 años, sabía que iba a ser difícil. Estaba tocando en otros grupos el violín o cantando, pero no haciendo lo mío. Fue difícil, tocamos mucho e incluso hoy miro hacia atrás y veo lo hecho. Tenemos algún rédito monetario si lo vemos desde el aspecto laboral, pero hoy en día como a todo músico se nos torna un poco difícil. El trabajo de renovarte, de prepararte, es constante día a día. No puede uno quedarse tranquilo, salvo que sea una figura consagrada, como Peteco, por ejemplo, que tiene su trayectoria. Pero nosotros estamos al igual que muchos peleándola día a día, como las bandas que están acá, luchándola, buscando temas para hacer y formas para hacerlos. Nosotros tenemos nuestras influencias, Garnica, Los Manceros, Peteco Carabajal y otros, pero lo importante es buscar una propia identidad. Que me escuchen en una radio y digan ese es Juanjo. Vamos intentándolo y se ven algunos frutos. Me pone contento que nos reconozcan, algo que uno busca y la gente te lo hace ver”, sostuvo Abregú.

Sobre el final de la charla, y antes de subir a escena tras la actuación de Estirpe Mercedina en el Quilmes, saludó a toda la gente de Mercedes. “Ojala nos volvamos a encontrar aquí o en alguna localidad vecina. Será para mí una ocasión de mucha felicidad”, dijo Juan José Abregú.

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