Por Graciela Medina
¡Cómo no va a caerse el cielo llorando lágrimas esta noche!
¡Cómo no han de esconderse la luna y las estrellas, para llorarte a escondidas, si esta noche te has ido mansamente, y ya no pintarás cielos azules, con blancas perlas que titilan!
Para ti la vida fue una fiesta, un festejo levantarte cada día mirando, a través de la ventana, las plantas en el patio y las aves que trinan.
Como un “Labrador de Sueños”, me enseñaste que – “Por este Camino” – podía decir cosas en forma de verso y poesía.
Versos que hoy me han dejado sin palabras, a la hora de esta triste despedida.
¡Que difícil es decir adiós a alguien que se quiere y admira!
Aunque un artista, nunca se va del todo, nos deja su obra y vuelve a dar, con ella, parte de su vida.
Oscar y Walter fueron tus grandes amores, a ellos les diste tu alma, tu sangre, tu alegría y a nosotros nos regalaste tu corazón en canciones, entre rasguidos y armonías.
Sin pensarlo le escribiste a cosas que parecían triviales. Con tu magia, convertiste en poesía, el “Juego de Pocillos”, al “Bancario” y a la “Mujer”, en su día.
Le escribiste, a la distancia, a tu tierra mendocina y quizá, sin darte cuenta, entre papeles y plumas, guitarra y melodías, no fuiste solo mujer sino una, que fue poesía y estará siempre entre nosotros…
Cuando una alondra trine.
Cuando el sol por la ventana se filtre a escondidas, anunciando la mañana que va llegando, sin prisa.
Ahora, desde algún rayo, te filtraras tú.
A escondidas, serás luz y serás viento.
Correrás por las acequias de tu Mendoza querida y cuando alguien te recuerde, musa inspiradora, poeta, cantora de voz dulzona, que amó la vida.
Cuando alguien te recuerde, dirá: ella era, Ilda Amira, la que amaba las letras y en versos las reunía
con sus manos prodigiosas, tejiéndolas dulcemente.
Ésa era Ilda Valle, una mujer que fue poesía.
¡Hasta siempre, mi querida poeta!
* Graciela L. Medina es periodista y conductora radial, autora y compiladora sobre la Causa Malvinas