Inicio Cultura Falleció Ilda Rodríguez de Valle, una poetisa que “dejó constancia”

Falleció Ilda Rodríguez de Valle, una poetisa que “dejó constancia”

En la lluviosa tarde de este martes 18 de septiembre y a poco y nada de que iniciara una primavera más en el hemisferio sur, en la ciudad de Mercedes falleció Ilda Amira Rodríguez de Valle. La poetisa marcó a fuego a muchos con su ejemplo en Mercedes. Tenía 87 años.

Se despidió en silencio y la velan en calle 22 número 891. Su sepelio será este miércoles 19 a las 11.15 horas, en el Cementerio Parque, previo responso en la Iglesia “San Luis Gonzaga”.

Ilda había nacido en La Dormida, provincia de Mendoza, donde transcurrió su infancia, aunque de joven se llegó hasta Mercedes, donde se radicó junto a su esposo Oscar. Adoptó a esta ciudad como su tierra y tuvo un hijo. El ambiente literario se hizo frecuente para ella desde el año 1971, cuando obtuvo un segundo premio con uno de sus trabajos en un festival de la canción para autores y compositores (medalla, trofeo y diploma en el Centro Tradicionalista Ciudad de Mercedes, 1971). Los logros se sucederían y así llegaría también la edición de su primer libro de poesías, en “Plus Ultra”, editorial que tiene muchos de sus trabajos: “Labrador de sueños” (1974). “Por este camino” (1976), “Para decir contigo” (1979) y “Canto al sí” (1986) son algunas de sus obras en poesía. También escribió algunos cuentos y novelas, aunque su fuerte siempre fue la rima.

Según la historiadora, biógrafa y ensayista argentina Lily Sosa de Newton, Ilda Amira Rodríguez de Valle con su poesía “realiza un autosinceramiento que va más allá de lo espectacular, con lo que logra hacer sentir al lector, poniéndolo frente a su propia angustia”.

En su vida fue maestra y transmitió a sus alumnos el arte de la poesía y la canción. Recibió numerosos premios e integró con sus trabajos varias antologías literarias.

Por una iniciativa de Susana Spano y Marcelo Uncal se le otorgó la distinción de Ciudadana Destacada en el Concejo Deliberante en 2008.

Pero nada mejor que uno de sus poemas para despedirla:

Dejar constancia

Quiero dejar constancia
-no importa para cuando-
de que he tenido el gozo de pasar por la vida
con la mirada en alto
y el alma siempre abierta
al sublime milagro de vivir cada día.

Quiero dejar constancia de que labré mis campos
arañando la tierra
hasta sangrar mis manos,
con la humana cosecha de logros y fracasos.

Como todos los seres
he reído, he llorado, he sufrido y ¡he amado
hasta la mas pequeña creación del universo!
¡Profundamente, he amado!

He atesorado el trigo para que no faltara
el pan sobre la mesa del altar cotidiano
del amor compartido
¡y nunca me ha faltado!

Si alguna vez al ángel
que dentro de mi mora custodiándome el alma
las alas le rasgaron,
con agujas de sangre, de tiempo y de silencio
las remendé con sueños ¡para seguir volando!

Quiero dejar constancia,
Señor, humildemente,
de que tuve la gloria
de pasar por la vida por los brazos colmados
y el corazón ardido
y abrigo una esperanza
–no importa para cuándo–
más allá del olvido,
¡en algo habré quedado!

Ilda Amira Rodríguez de Valle

También en su propia voz, en 2009, gentileza de Radio Fénix: