En los talleres de la Unidad penal 5, de Mercedes, se está llevando a cabo un curso donde aprenden platería y joyería criolla.
Todos los martes, durante 3 horas está Carlos Crespo, joyero de oficio -así se define- y de manera gratuita enseña lo que con mucho sacrificio ha aprendido a personas privadas de su libertad.
Con planchas de alpaca, bronce y cobre, les enseña a darles formas, recortar soldar y pulir y hacen llaveros, hebillas de cintos, pulseras entre otras artesanías. También entre sus materiales hay mates de aluminio que llegan lisos y después de unas cuantas horas de clases, se convierten en obras talladas con diversos dibujos, guardas y letras.
Crespo llega muy temprano por la mañana, y nos dice que no hay obstáculo que no se venza, él se moviliza en silla de ruedas, por eso decidió desde chico que sus brazos lo ayudarían y aprendió el oficio que hoy está trasmitiendo, en este momento lo que más fabrica de manera particular son cuchillos artesanales, y con respecto de esta experiencia, comenta que es muy enriquecedora y que con pocas horas y no muchos materiales han aprendido mucho mas de lo que el mismo imaginaba. El curso continúa hasta fin de año y tiene planes de enseñar otras técnicas.
El Director del establecimiento, Ricardo Mendez, agradeció la voluntad y sacrificio que realiza el señor Carlos Crespo para llevar adelante este taller, y resaltó los avances que han tenido los asistentes al curso, y la importancia que tiene formarse en el trayecto carcelario para luego, aplicarlo en la búsqueda de oportunidades que puedan ser empleadas al momento de su egreso.
