Se conoció este mediodía a través de una conferencia de prensa en el mismo lugar que el Centro Cardiovascular de Mercedes podría cerrar sus puertas. La crisis y la devaluación del peso pegó fuerte en el centro de salud privado de avenida 17 entre 32 y 34, y hoy comunicaron sus directivos su triste realidad, que se complicó con los pagos en pesos de PAMI y la suba del dólar que hace imposible comprar insumos.
La crónica de un final que se anuncia fue relatada por quienes son responsables del Centro Cardiovascular, encabezados por el doctor Juan Bastino, uno de los dueños del lugar.
Ante los medios locales detalló: «Estamos desde el 93 aquí, el PAMI nos llamó para crear un centro de cirugía cardiovascular. El gobierno tiene esta obra social que involucra a millones y como no tiene medios para prestarle atención, vinimos a trabajar acá a pedido del PAMI. Yo tengo 12 mil cirugías de corazón y hoy tengo angustia y pena. El médico piensa en la salud, no en el dinero. Y cuando el dolor existe hay que curarlo. Pero este centro está en sus últimos días de terapia intensiva y hay que declararlo. No tenemos plata y no podemos prestar servicio», dijo visiblemente conmocionado junto a la jefa de Enfermería.
«Es un problema de dinero. Pagan, pero el 50 por ciento de lo que corresponde», agregó y detalló que los valores actuales pagados en pesos con la subida del dolar se redujeron mucho. «No tenemos plata porque no podemos comprar los insumos de cirugía cardiaca. Los insumos se compran solo en dólares y no pudimos pagar siquiera los aguinaldos de junio», agregó.
«Queremos ver cómo resolver esto, por eso nos dirigimos al PAMI», indicó y remarcó que lisa y llanamente no tienen insumos para realizar cirugías.
«Se terminaron de ir los últimos dos pacientes por suerte», afirmó angustiado por no poder seguir prestando el servicio.
«Hay deudas pero el problema mayor es el costo financiero. No se puede trabajar así. Una cirugía como barata vale 480 mil pesos», se explayó y destacó que esperan que los atiendan para darles una solución desde el PAMI, que tiene el 90 por ciento de los pacientes con los que trabajan.
En el Cardiovascular hay treinta empleados entre profesionales, técnicos, enfermeras y administrativos, que «tienen garantizado sus salarios» de este mes pero un futuro incierto.
Además, Bastino dijo que hay centros cardiovasculares que están en situaciones similares.
«Esperamos respuesta o la debacle es esperable», afirmó y luego confirmó que el padre de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, trabaja hace 25 años en el lugar y también le plantearon el problema pero no tuvieron respuestas de parte del doctor de hemodinamia, José Luis Vidal.
«Que en Mercedes esté este centro es un lujo, hemos operado a más de 3 mil pacientes, pero si en 15 o 30 días esto se cae queremos que la gente sepa por qué», concluyó.