La Mesa Ejecutiva y Administrativa de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) acompañará las manifestaciones a realizarse el día de mañana, jueves 11 de octubre a las 10 horas, en el km 57 de la colectora sur del acceso oeste en General Rodriguez y en el km 444 de la ruta 5 en Trenque Lauquen.
Luego de asumir la actual administracion, en marzo del 2016 CARBAP declaró gremialmente la emergencia lechera en la provincia de Buenos Aires y La Pampa, a traves de su Consejo Directivo reunido en La Plata. Se responsabilizaba a la industria y el supermercadismo por la insostenible situación que atravesaban los tambos de la provincia.
Se dijo entonces que el exceso de stocks de leche en polvo era el problema, y más tarde que el bajo precio internacional no permitía que se mejore el precio al tambero. Consideraron que el problema se iría resolviendo conforme se fuera recuperando el mercado internacional (y el local, por merma de la oferta consecuencia de las inundaciones). No se aplicó entonces ningún plan de contingencia para la grave situación, ni tampoco se implementaron medidas tendientes a corregir las distorsiones evidentes de una cadena láctea que sistemáticamente termina ajustándose por su eslabón más débil, que no puede ni trasladar costos ni acopiar producto, sostiene CARBAP.
«A casi tres años de aquella situación, los tamberos que aun continúan en pie siguen percibiendo un precio que no alcanza a cubrir los costos. Se agudiza el proceso de destrucción del rodeo lechero nacional, de cierre de tambos y de concentración progresiva de la actividad. Desaparecen tambos, los pueblos aledaños se empobrecen y el país pierde recursos y divisas», señalan.
Sin política lechera, y solo a expensas de las variables de mercado, será difícil encauzar la senda del desarrollo y el progreso sectorial. Más de un especialista advirtió que, en 5 años «normales», Argentina podría estar produciendo 16.000 millones de litros, y exportando el 40% de ese volumen.
«Si esto no es entendido por los demás eslabones de la cadena láctea, industria, comercio y el Estado con sus tributos, vemos con tristeza que nos encaminamos hacia una lechería de subsistencia, sólo capaz de abastecer el mercado interno», indican y reclaman:
– Un precio justo y un mercado institucionalizado. «Porque la plata que le falta al productor está en la cadena láctea y necesitamos transparencia en la comercializacion»
– Menor presión tributaria. «Porque el Estado, en sus tres estamentos, se lleva más del 40 % en impuestos de la leche mientras los tambos cierran»
– Un Financiamiento accesible y plazo de pagos mas cortos. «Porque las tasas de mas del 75 % y la imposibilidad de cambiar los cheques de las usinas a tasas razonables impiden continuar con la producción»