Cerca de las 19 horas del pasado sábado se escuchaban las sirenas que anunciaban la llegada de los Reyes Magos a la ciudad. Desde el local de Cáritas Catedral, de avenida 47 casi 20, se iban agrupando los integrantes del AutoClub Mercedes, para acompañarlos.
La caravana de autos especiales partió siguiendo, en esta oportunidad, a una Falcon Ranchera de los años 80 (impecable) propiedad de Javier Dardans, que transportaba a Melchor, Gaspar y Baltasar.
Uno de los organizadores de la movida, Diego Marú, comentó que “a medida que se avanzaba en el camino, cada pequeño que se cruzaba con los Reyes, recibía un regalo dulce”.
Durante la semana previa, entre quienes integran las mencionadas organizaciones, fueron aportando golosinas, turrones, garrapiñadas y chocolates; además de amigos que sumaron también. «Entre la noche del viernes y el sábado temprano armamos un poquito mas de 1500 paquetitos, los que fueron todos entregados en mano a todas las nenas y nenes que vimos», comentaron.
«Fue realmente emocionante ver la cantidad de familias que nos esperaban en la plaza San Martín. No te puedo explicar, es una sensación única, hay que vivirlo», comentó Marú. «Este año yo no llevé los atuendos de Rey Mago, lo hicieron Juan Frassa, Tito Colombo y yo iba con un megáfono arengando, poniendo la sirena. Igual lo disfrute mucho viéndolos y recibiendo cartitas de los chicos también», indicó Marú.
Si bien la caravana terminó frente a la Catedral, los Reyes continuaron su recorrido acompañados por algunos autos, para así llegar a las instalaciones del Instituto Nicolás Lowe, donde los chicos estaban esperando. Allí pudieron entregar los juguetes que tenían. Silvina Ortolá, la coordinadora de la institución, explicó a todos el funcionamiento del hogar y aprovechó la ocasión para “agradecer que siempre están pensando en nosotros”: “Estamos pasando por momentos complicados y todo esto es como una gran caricia a todos los chicos del hogar y a nosotros también nos hace muy felices que nos visiten y verlos así a ellos”, dijo.
Quien coordina las acciones de Cáritas Catedral, Juan Ignacio Carbone, también se mostró alegre y satisfecho agradeciendo el «invaluable apoyo constante del AutoClub Mercedes y particularmente el empuje y las ganas que le pone Diego siempre a todo este tipo de cosas. Vienen con la idea, te contagia y lo hacemos».
Para quienes organizaron el objetivo fue cumplido, lograr sonrisas entre los más chicos y las familias, en este día tan especial.