El concejal del Frente Renovador – Partido Justicialista, Carlos Milhomme, se lanzó en este 2019 como precandidato a intendente por ese espacio, asumiendo su vocación para ser jefe comunal, algo que lo tiene entusiasmado.
“En esta época tan egoísta y calculadora, es más que un lanzamiento: es querer entregar el laburo a lo público, y ojalá se dé. Y si no se da sigo comprometido y feliz”, dijo Milhomme a este medio sobre cómo vive esta posibilidad.
“Mi vida pasa por mi familia, si tengo el honor y el máximo compromiso de poder llegar, es simplemente para vivirlo como mi propia vida”, dijo el también farmacéutico, para quien “familiarizar el trabajo en política y ejercer ese compromiso” llena su corazón.
“Hay que hacer en la vida lo que uno ama. Mi vida y la alegría diaria que tengo que compartir no depende de un cargo. El día que dependa de un cargo seguro estaré muy sólo.Vivo esta etapa de mi vida con muchísimo respeto y con la experiencia diaria de poder devolver a la sociedad parte de todo lo que recibo a diario. Creo que vamos hacia demostrar que la política más que ideológica debe ser honesta coherente y fuente de trabajo”, agregó.
Según Milhomme, en esta etapa desde el FR local deben ser capaces de transmitir que la política “es un camino válido para cumplir parte de nuestros sueños y para mantener nuestra salud, que simple y profundamente hace a nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestra vida en sociedad”.
“Las responsabilidades no me asustan, me invitan a entregar el corazón”, sostiene, confiado en “el poder de la palabra que construye una conversación y se cristaliza en una acción”: “Es el camino de toda actividad que nos hace sentir vivos”, indicó.
“Yo todos los días convivo con la alegría y la más profunda tristeza en mi profesión, creo que estas experiencias de más 20 años van forjando una personalidad, donde la actitud es parte importante de cada uno de mis días”, completó Milhomme, convencido de que trabajar en política le permite tratar de llegar a cada uno de los ciudadanos del lugar que lo vio nacer, crecer y donde está lo más importante: su familia.
“No puedo olvidarme de las enseñanzas de mis viejos, de mi barrio, de mis amigos… Y las debo traducir a los días actuales que nos tocan vivir. Disfruto el desafío”, indicó.