Decía San Juan Pablo II, «ser imagen de Dios significa que el hombre es un ser de la palabra, del amor y del andar, un ser el movimiento hacia el otro destinado a dar a darse al otro, y precisamente en esa entrega de sí mismo se recobra a sí mismo».
Esto lo enseñaba San Juan Pablo II hace unos cuantos años atrás, y en este andar y seguir el camino es cuando somos o nos hacemos hombres, varones y mujeres, de la palabra hombres, varones y mujeres, del amor, cuando estamos en camino.
Porque significa que seguimos haciéndonos. Hemos citado ya aquí a Joseph Keeper, él decía que éramos in fieri, es decir haciéndonos, nos estamos haciendo. ¿Y en qué consiste este ir haciéndose? En ponernos en movimiento hacia el otro, a seguir en camino, primero hacia el Otro que es Dios, que da el verdadero sentido a nuestra vida, y luego al encuentro del otro, que no es es el logo al estilo del filósofo Hobbes, sino que el hombre es mi hermano, todo hombre es mi hermano, entonces sigo en camino en este Santo Tiempo de la Pascua, caminando hacia Pentecostés, de la mano de la Virgen Santísima, a quien hoy conmemoramos en su advocación de la Virgen del Valle, pidiéndole que este camino se no un camino trunco, sino un camino al encuentro de El, que es Jesús, camino, verdad y vida que da verdadero sentido a nuestra vida, a nuestro ser, el ir al encuentro del otro.
Que la Virgen Santísima te bendiga.