“Nominaciones testimoniales, dilapidando tiempos de mandatos otorgados por voluntad popular en las urnas, suponen una práctica que subestima el pronunciamiento ciudadano y defrauda la confianza oportunamente otorgada por el convecino en tiempo y forma, en el marco del supremo ejercicio del sufragio”, dijo.
“Instalada esta viciosa metodología durante el regimen kirchnerista y criticada por la oposición con irrefutable fundamentación, se cae ahora en la adopción del mismo utilitario recurso, violando códigos éticos que descalifica a sus autores”, sostuvo el ex funcionario.
Según Uzal, esta práctica “desnuda, además, el tácito reconocimiento de una grave debilidad, en tanto presupone la necesidad electoral de repetir nominaciones, ante una supuesta carencia de cuadros competitivos y obstaculiza la renovación, como edificante herramienta cívica”.
“Es inadmisible que desde el radicalismo, paradigma republicano, se convaliden excesos que debieron ser sepultados desde la instancia superadora que el pueblo avaló con mayoritario respaldo en 2015”, sostuvo.