Sin tanta prensa como la tuvo el eclipse de Sol de principios de mes, pero con cielos totalmente despejados y una interesante vista, este martes por la tarde el eclipse parcial de Luna se pudo apreciar en los cielos hacia el este desde Mercedes.
Tanto en el Observatorio Astronómico, donde hubo una jornada especial, como en muchos lugares de la ciudad, la actividad se paralizó por instantes para apreciar este fenómeno astronómico de dimensiones.
“Sobre el horizonte, con cielo claro aún, desde el Observatorio se vio a simple vista, junto a todo el público asistente”, explicó Miguel De Laurenti, director del Angel Di Palma.
El máximo del eclipse en estas latitudes fue a las 18.30 horas. Y las condiciones meteorológicas permitieron observarlo en plenitud, aunque el eclipse fue parcial para nuestra localidad.
Este fenómeno se produce al interponerse la Tierra entre el Sol y la Luna (lo que ocurre sólo cuando la órbita lunar alrededor de la Tierra coincide con la de la Tierra alrededor del Sol, es decir atraviesa el nodo), por lo que la sombra de nuestro planeta se ve proyectada sobre nuestro satélite natural, que además debe encontrarse en su fase “llena”.
Un eclipse lunar se denomina parcial cuando la Luna no ingresa por completo en el cono de sombra (umbra) terrestre. Y, dependiendo de la posición geográfica del observador, se puede apreciar el eclipse en su totalidad (desde el inicio al final), o parcialmente como en este caso.
Las fases del eclipse se inician cuando la Luna ingresa en el cono de penumbra y luego en el de sombra o umbra. Cuando nuestro satélite se encuentra en la penumbra (que es casi indetectable), pierde su brillo gradualmente hasta ingresar en la sombra dando inicio a la fase umbral; allí toma un color rojizo anaranjado debido a la refracción de la luz solar en nuestra atmósfera. Luego la Luna se ve parcialmente eclipsada hasta el máximo de la parcialidad. Finalmente, la Luna sale del cono de sombra y luego del de penumbra, finalizando el eclipse.