Este viernes 22 de noviembre, vecinos de La Verde y Tomás Jofré ofrecieron una conferencia de prensa en el bar «El Cabildo», para hacer pública «una grave situación que pone en riesgo el derecho que tenemos de vivir en un ambiente sano». Esto en función de que ya hace casi dos meses explotó la formuladora de agrotóxicos SIGMA AGRO SA esparciendo por aire, tierra y agua toneladas de concentrados de químicos contaminantes.
Martín Barros, Rogelio Zelaya y Jorge Pizzurno encabezaron el encuentro con los medios.
Agracedieron la presencia a los medios en representación de sus pares, y se mostraron «preocupados e indignados» tras la situación que se da luego del incendio de Sigma.
«Esta es una medida para que se haga el saneamiento y la remediación de la catástrofe generada. La empresa quiere hacer lo menos posible y ponerse a facturar lo antes posible. Pero los pobladores no podemos aceptar esto. Necesitamos un medio sano en el que vivir y la empresa lo arruinó», dijo Barros.
«Las autoridades parecería que están del lado de la empresa. Buscan que la cosa se solucione rápido y seguir como si nada», sostuvo.
Por su parte, Zelaya destacó que hay un tema legal que analizar. «Creemos que vamos a accionar contra esta sociedad anónima que apareció en 2013 en La Verde. La situación es preocupante en una zona de producción agrícola. No sabemos si sembrar o no, si afecta o no», se quejó.
Consultado sobre si iniciaron acciones legales, indicaron que se les negó la participación como damnificados en la causa abierta.
Y se manifestaron preocupados por la continuidad laboral en Sigma. «Queremos que Sigma se vaya de La Verde y lo que planteamos es que es un problema del agronegocio. Si seguimos produciendo alimentos con veneno seguirán estos desastres», cuestionó
«Hay un combo químico preocupante y argumentos bochornosos para que seamos rechazadaso en el Juzgado 3 de Garantías, que funciona sin juez ni fiscal titular», objetaron.
Ademas opinaron que «es vergonzoso y con errores técnicos» el dictamen de Ambiente de Nación. «De manual está mal. Es irrisorio que estos funcionarios decidan qué buscar y dónde», dijo Barros.
«De fondo no se hizo nada. Hay miles de litros contaminados, tierra y chatarra en el lugar. Un día como hoy de viento a 300 metros afecta la garganta y los ojos», detalló el vecino y señaló que creen que «van a volver a abrir», por lo que están «en alerta».
«Quieren hacer eso, es lo único que tienen ganas, volver a abrir», se quejaron.
«Alli entran camiones, hay bidones apoyados en palets, tierra contaminada que no se terminaron de llevar.Los trabajadores están haciendo cosas allí y además otros fueron enviados a Rodríguez a cumplir otras tareas», objetaron, cansados de la situación que los aqueja como vecinos. «Vemos camiones trabajando y cuando reclamamos nos dicen que están tapando agujeros», agregaron.
Los vecinos sostienen además que no creen en el OPDS. Y alertan que están haciendo nuevas estructuras y que las zanjas que llevan líquidos descargan en el arroyo Balta, tributario del río Luján.
«Nos subestiman a los vecinos. Vemos que hay gente que trabaja con barbijo cuando no sirven para nada. Y afirman que Tomás Jofré no será afectada, pero los derrames llegan a la zona. La habilitación es extraña y todo eso está en la causa. No hay estudios de impacto ambiental. Sigma fue abierta como una fábrica común, se alquiló para depósitos, se hacía pasta vegetal, y ahora volcaron de modo no legal agrotóxicos y el monte de árboles se está muriendo», afirmaron.
Por estas horas se supo que aún no se puede determinar técnicamente el causal del incendio. «Un bombero de Luján presentó en su informe planos que hizo la empresa y no están firmados por nadie», detallaron.
«El municipio nos invita a reuniones pero son una pérdida de tiempo. Esta es la lógica del desgaste y el OPDS tiene un modo de operar bien armado. El grueso de las industrias de tercera categoría está igual», dijeron luego sobre el rol del Estado y sus organizaciones en este desastre ambiental. «El intendente nos prometió analisis de agua cada 45 días pero no los hacen», dijeron.
«Se excusan en la palabra herbicidas pero no solo hacían eso sino que formulaban. Tenían principios activos. Y los galpones estaban llenos hasta el techo porque se estaba por entrar en temporada alta de venta», remarcaron luego los vecinos que exigen la culminación del saneamiento y la remediación para que menor sea el impacto. «Mientras más llueve peor es. Estas sustancias son hidrosolubles. Sabemos que la remediación es cara pero hay que hacerla», plantearon.
Además alertaron sobre las consecuencias de la contaminación con paraquat y su afectación ya que «el glifosato en relación a esos tóxicos es agua mineral». Y también sobre la salud de las familias que viven en la estación y los caseros de la Escuela 29.
De esta manera los pobladores de Tomás Jofré y La Verde expresaron su total descontento.