El máximo referente del Partido Obrero de Mercedes, Pablo Demarco, se expresó en relación a la situación que se da en la ciudad luego de la última asamblea de mayores contribuyentes y planteó que “el aumento de tasas en Mercedes, es una receta neoliberal en tiempos de Fernández”.
“La sesión de Mayores contribuyentes, suscito un interés mayúsculo al conocerse la noticia de que el bloque de Cambiemos no acompañó el tarifazo presentado por el Ejecutivo (FdT). Más precisamente Cambiemos rechazó el aumento de Alumbrado, permitiendo un incremento del 30% en las restantes tasas. Los concejales de Cambiemos argumentan hipócritamente que han votado en contra del tarifazo en defensa del pueblo. Pero su fuerza política produjo tarifazos que golpearon duramente los ingresos de los trabajadores durante el gobierno 2015-2019. Los presupuestos de Vidal recortaban partidas en educación y salud, llevando a los municipios a situaciones de desastre total. Cambiemos profundizó un objetivo ya viejo en las alforjas de los partidos patronales: municipalizar responsabilidades en obras, educación, y salud”, objetó Demarco e indicó que la posición de Cambiemos fue denunciada como una “extorsión” para negociar cargos por parte de Dematei (presidente del HCD-FdT): “Esto es una réplica de lo sucedido en la Provincia, en donde Cambiemos le frenó la Ley Impositiva a Kicillof”, opinó.
“El reparto de cargos es moneda corriente entre estos partidos, edulcorada como una “construcción de consensos”. No hay que olvidar que el año pasado, el mismo día en que la población mercedina se movilizaba contra el cierre de carreras terciarias, los diputados PJ-kirchneristas de la provincia cerraban un acuerdo con Vidal por cargos en la dirección del Banco Provincia, a cambio de asegurar la sanción del presupuesto y de que “no se incendie la provincia”. Dematei sabe muy bien de lo que habla, porque ellos mismos jugaron con estas cartas durante el periodo 2015-2019 en la provincia”, afirmó Demarco.
“Cambiemos no sólo busca cargos. Su intención política es demostrarle a Kicillof (y a Ustarroz en Mercedes) que cualquier medida que tome deberá acordarla con ellos. La gobernabilidad dependerá de los “neoliberales” y Kicillof está dispuesto a consensuar en pos de un objetivo primordial: en enero deberá pagar la friolera de 275 millones de dólares en concepto de deuda, y para esto, está empeñado en recaudar a partir de un tarifazo sobre los trabajadores”, expresó.
“Para asegurar este objetivo, ya acordó con los intendentes del Cambiemos modificar los aumentos sobre el Impuesto Inmobiliario Rural, bajando el porcentaje que perjudicaba a los 200 terratenientes más importante de la provincia y beneficiándolos con un descuento del 25% si pagan en una sola cuota. Mientras el 45% de los trabajadores bonaerenses con vivienda única deberán pagar un aumento del 75% y los restantes del 55%.
Kicillof inaugura el “festival de consensos” con la oligarquía de la Sociedad Rural, lo que le valió una observación de Grabois, que sin embargo acompañó la Ley”, agregó el referente de izquierda en su análisis.
Los funcionarios y concejales oficialistas salieron con todo a defender el aumento de tasas, y a sostener que si no se aumentan se desfinanciaría la salud y la educación. El clásico chantaje contra el pueblo. Para ellos los números municipales dependen de esquilmar a los contribuyentes, especialmente a los trabajadores. La Nación y la Provincia, con el fin de pagar sus usurarias deudas, “echarán el fardo” a los municipios. La viga maestra de Alberto Fernández y Kicillof es asegurar el pago de Bonos y Letras de la deuda. En lo que va de mandato el gobierno nacional ya pagó 150 mil millones de pesos de deuda externa. Mientras –y para ello– a los jubilados se les congeló el ingreso hasta nuevo aviso invirtiendo los dichos del propio Fernández (“entre los jubilados y los bancos priorizaré a los primeros”). Para pasarlo en limpio: de $10 que se producen en el país, $8,4 se van para la deuda externa y 1.6 para políticas sociales. Esto explica la insistencia de los funcionarios mercedinos en que educación, infraestructura y salud dependerán de lo recaudado de forma local. No es un tema menor, ya que el gobernador debatió con intendentes el objetivo de “descentralizar cosas, como parte de educación para hacer obras”. La docencia bonaerense tiene una larga experiencia de lucha contra la municipalización de la educación, y estos dichos no caerán en saco roto”, agregó Demarco.
Desde el Partido Obrero plantean “gravar al gran capital y a los terratenientes, tomando como coeficiente el valor de mercado de la tierra”: “Hay que desconocer la deuda de la provincia y la nación. En la provincia reorientar los casi 300 millones de dólares –y todo lo que se quiere llevar la usura- a un plan de obras públicas que generen trabajo para miles de desocupados, y la recomposición de salarios y jubilaciones. Los números del municipio de Mercedes deben ser puestos bajo control popular. No hay deuda más importante que las obras públicas imprescindibles, las viviendas necesarias, la educación, la salud y el salario”, completó Pablo Demarco, dirigente del Partido Obrero Mercedes.