Inicio Bienestar Vivir en cuarentena desde el miedo o desde la vibración del amor

Vivir en cuarentena desde el miedo o desde la vibración del amor

Cuando habla de amor, aclara que no se refiere a un amor platónico sino a “un amor real, el que se siente y se vibra”.

La profesora de Educación Física y licenciada en Psicomotricidad, Trinidad López, tiene una visión interesante de cómo se puede aprovechar esta situación de cuarentena, que hoy comparte con este medio. Habla entre otras cosas de la importancia de la ejercitación, de pasar más tiempo con los hijos o con uno mismo, hacia adentro, para descubrirse.

— En esta cuarentena estamos viviendo de una manera muy particular en nuestras casas. ¿Cómo afecta eso a la gente, a las familias, desde tu punto de vista?

Somos seres humanos que vivimos sin saberlo adaptándonos todo el tiempo a nuestra sociedad, en el trabajo, a las tecnologías que avanzan, al clima (frío, calor, lluvia), a los demás que ven la vida diferente… Y en este caso empieza todo desde un gran miedo que aparece por este virus. Ya desde el vamos nos metemos adentro, desde ese lugar. El miedo nos impulsa a ir hacia adentro, y depende cada familia cómo lo esté tomando, por eso es importante hablar de cómo estamos parados: si desde el miedo o desde el amor. Esto te hace parar en un lugar o en otro para decidir qué hacer. Si nos paramos desde el miedo, solamente vemos la televisión y las redes: nos da miedo, estaremos con las defensas bajas, en casa habrá más inconvenientes, más peleas, más distanciamientos y conflictos. Si nos paramos desde la vereda de la vibración del amor empezamos a ver esto de otra manera, y muchos me lo han dicho, están viendo la posibilidad del encuentro y lo que sucede. Los chicos empiezan a ver a sus papás en sus casas y los profesores entienden que los papás son los verdaderos maestros. Siempre decimos que la educación comienza en casa. Esta es una gran oportunidad para aprender los valores de compartir, de mirarnos, de cómo sostenernos ante una situación extraña, compartir momentos de ocio, de reírnos, de alegrarnos, tomando todas las precauciones que sean necesarias, y que nos indican. Esta es una oportunidad, un desafío para quienes la están pasando en familia o la estamos pasando solos, también, para encontrarse con uno mismo: hay miedos a ver cómo soy yo, cuando estoy conmigo mismo, si me quiero lo suficiente para respetarme y agasajarme, estar conmigo me lleva a un momento de preguntas, si nos miramos del lado del amor. Es una oportunidad para observarnos, estar alertas con todos nuestros sentidos a todo lo que va sucediendo y con eso crear cosas positivas.

— ¿Y qué cosas se pueden trabajar con los alumnos desde tu lugar?

Una vez que nos paramos desde el lado del amor, todo empieza por aprender a escucharnos, ver qué estamos necesitando. Y podemos hablar de las etapas evolutivas: qué necesita un niño, qué necesita un adolescente, alguien que está en su adultez y trabaja, con responsabilidades en el hogar, o una persona que está en la tercera edad. Estar abiertos a las necesidades de todas las etapas. Los niños y adolescentes necesitan que se los escuchen y no que se los obligue. Tener el cuidado con el respeto por nosotros mismos. Cuando uno está en su eje propio, puede dar eso al otro, a sus hijos, sus parejas o uno mismo si está solo. Si uno quiere respeto, libertad o amor en su vida lo tiene que conquistar y así se va a mover frente a sus hijos. Desde ahí poner la disponibilidad de su cuerpo a jugar con su hijo, a hacer cocina, a reírse o a ser creativo con ellos, como son ellos, dejarse llevar. Con el adolescente es más un acercamiento a todo, a nuevos tipos de aprendizaje. Veníamos con una cultura en la educación que era de una forma y esto nos hace repensarnos, toda la información está dada en una computadora, en las redes al servicio, pero si aprendemos a usarlas bien y enseñamos a usarlas de esa manera y no permitimos que la información se abuse de nosotros. Hay que aprender a llegar a los adolescentes, en el espacio justo, que se conecten más con la naturaleza, los árboles, con el cuidado de la tierra, el medio ambiente, y que lo hagan en casa. Es importante también para los adultos lo que esto nos enseña y debemos aprender que la tierra nos necesita.

— ¿Creés que la naturaleza nos está diciendo algo?

La naturaleza se despierta, se cura y sana de muchas cosas. Aparecen animales que no veíamos. La naturaleza nos está vibrando algo, que quiere ser cuidada. Si los adultos lo entendemos, si con los adolescentes y los niños lo entendemos, no desde un lugar de lectura sentados en el banco como en la escuela sino vibrándolo, sintiéndolo, haciendo huertas en casa, haciendo compost y dejando de hacer tanta basura. Hay que sentir a los animales, a tu gato, a tu perro, a los pájaros cantar. El adolescente y todos necesitamos despertar nuestra sensibilidad con la naturaleza y entre nosotros mismos. Esa misma vibración nos acerca unos a otros.

— Y la actividad física es importante…

La actividad física es muy importante para nuestra salud, eleva nuestra energía vital y nuestras vibraciones. Todos sabemos los beneficios que trae hacer actividad como bailar, hacer aeróbico o yoga, zumba, funcional, kick boxing y todo lo que se hace ahora. Hay muchas clases en internet para elevar la energía en lo físico corporal y sentirlo. Si los papás vibran así, los hijos harán lo mismo. Somos ejemplos unos de otros, nos ven. Y la ternura con la que necesitan ser cuidados los niños también es importantísima. Así como mentalmente con todo lo que consumimos de información y vemos que nuestros hijos consumen. Si hablamos del miedo y el amor, y ellos están demasiado tiempo en las redes que hablan todo el tiempo de esto y no de cosas significativas, ver qué cosas entran en nuestro cuerpo ya que eso se refleja en nuestras células. Intentemos que nuestros hijos consuman vibraciones altas, buenas energías.  A los adolescentes hay que enseñarles a elegir, desde la experiencia, pero a los niños debemos mediarles los contenidos: pocas tecnologías, más abrazos, más contacto, más juego libre y contacto con la naturaleza si se tiene un espacio afuera. Mediar tiempo para que jueguen y darles tiempo, tolerancia y paciencia nuestra, atención y respeto es importante.

— También hay que poner atención con lo que nos alimentamos.

Justamente, otro de los temas importantes es la alimentación, que quizás nos baje o levante nuestra energía. Yo no soy especialista pero es importante saber que si consumimos muchos alimentos que son de baja energía si tienen grasa por ejemplo nos suben el colesterol, o si damos demasiados dulces a los niños no cuidamos sus defensas y les levantamos la glucosa y los dejamos acelerados. Mas alimentos saludables, esto da para largo y es importante en estos tiempos medir nuestra alimentación e hidratación. Lo que más se acerca a la naturaleza, a lo orgánico, mejor calidad de energía entrega. Cuanto menos empaquetado y con menos sales y azúcares mejor. Hay mucho para hablar sobre las semillas y los cereales, que aportan mucha energía.

— Estar atentos a nuestro ánimo y compartir…

Otra cosa muy importante es el arte y la música, crear, actuar, bailar, expresarse. Adultos con niños, con adolescentes, llegar a través de esto es lo máximo y es fundamental la risa en estos tiempos. Nos salva a la familia, a los que estamos solos. Nos salva porque nos conecta con algo que sale espontáneo y es una sensación hermosa. Quien no ríe vibra mal y uno se acerca a las personas que se divierten, no a las que son amargas. Hagamos que en nuestras familias se vibre alegría, pasiones, canciones, teatro, baile, música, pintura… cosas que sean positivas y nos acerquen al amor. Hay que enseñar, aprender juntos, incluso de la información que consumimos en las letras de las canciones, que hay que elegirlas, porque algunas son positivas y otras no.

En resumen, “Trini” López postula que lo importante en estos tiempos para cada uno mismo y para su familia es:

  • Estar bien mentalmente. Qué información consumimos nosotros y nuestros niños, jóvenes o adultos. Nuestra mente es la que lleva luego todos esos pensamientos al cuerpo, y allí aparecen sensaciones y emociones, y estas suben o bajan nuestras defensas.
  • Poner atención en la alimentación e hidratación.
  • Ser parte respetuosamente del medio ambiente.
  • Estar activos físicamente (actividad física – ejercicios – clases de danza – movimiento – yoga)
  • Hacer arte, música, reír, expresarnos.