Durante la noche del viernes, a través de un vivo de Instagram, tres integrantes del equipo KTM compartieron una charla donde se fueron recordando los logros ciclísticos de esta temporada, interrumpida en el final producto de la pandemia. Desde sus hogares estuvieron el técnico y entrenador Adrián Gariboldi, los pedaleros Pablo Rey y Darío Oliva. Entre los tres bajo la coordinación de Demian Martínez fueron partícipes de una hora de anécdotas y vivencias sobre y abajo de la bicicleta. Abundaron los buenos resultados, quedando pendiente la participación en la Doble Bragado que en este 2020 no se llevó adelante por cuestiones organizativas.
Oliva se pudo expresar: “Hace muchos años que estoy corriendo y tengo varias temporadas de ruta, cabe destacar el grupo que ha armado Adrián (Gariboldi) consiguió una relación de amistad con la convivencia. Muchas vueltas donde estamos juntos, hay veces que un domingo vas a correr una carrera y disfrutas mientras se corre y te vas a tu casa, hay muchas cosas que uno no las tiene en cuenta si bien disfruta el domingo, se está extrañando mucho eso” fue mencionado el mercedino en referencia a la suspensión de la actividad cuando quedaban algunas fechas en el calendario.
Remarcó Oliva la unidad del grupo que termina llevando a los logros cosechados: “Cuando vas a vueltas y compartís una habitación o una comida con un compañero, las 24 horas del día durante 4 o 7 días, me ha pasado estar en otros equipos donde uno puede tener algún roce pero lo que vi este año o en lo que estoy en KTM o Raleigh hay un compañerismo y eso se ve reflejado en el resultado porque uno tiene claro las funciones del equipo y cuando hay que estar en los momentos duros, o de crisis en un final de competencia, este compañerismo sale a la luz y hace que se puedan dar los resultados”.
“Estoy muy contento de estar en esto, siempre voy a estar agradecido a todos, a la gente de KTM, a la familia Dal Santo y a Adrián que lo conozco de toda la vida pero nunca había compartido equipo con él. Desde que está con nosotros a cambiado todo”, aseguró Oliva, quien sufrió una dura caída en el final de la Vuelta al Centro en Bolívar de la cual ya está recuperado. Y así recordó ese incidente: “Justo en la última etapa yo voy saliendo de la parte de adelante del pelotón y venía un corredor, donde justo en la calle nacía un bulevar, se lo choca y sale la bicicleta para el lado mío y no tenía manera de esquivarla y la agarro. Fue justo enfrente de la puerta del hospital, me cargaron en una camilla y adentro, estuve unos días internado pero ya por suerte estamos bien”.
Previa a la carrera ganada por Sergio Fredes y equipo hubo una competencia más importante como la Vuelta del Porvenir, donde se destacó el buen clima y al respecto relató: “La pasamos muy bien, toda la semana con Sergio (Fredes) de líder, es una carrera donde nos trataron muy bien, nos hicieron sentir corredores profesionales desde el primer momento, ya con la apertura que hicieron, entonces tener la posibilidad de estar en esa carrera y compartir todo con la victoria para mí a esta edad fue la mejor carrera”, puntualizó Darío Oliva.
El mercedino Oliva siempre muestra el apoyo de su padre Héctor en cada competencia, casi infaltable, como uno de los pilares del equipo: “Con mi papá hoy estamos hablando de esa carrera y se le caen las lágrimas, Oliva parece duro pero es muy sentimental y lo mismo pasa con cada carrera que ganamos. Lo disfruta mucho, hace mucho por el equipo”, dijo y destacó que está en todo, no sólo la mecánica de las bicicletas si no también el abastecimiento en medio de una competencia.
Darío Oliva hoy es el referente del ciclismo en Mercedes y disfruta del presente y pasado sobre la bicicleta.