El ministro de Obras Públicas bonaerense, Agustín Simone, explicó que si bien por la pandemia hubo que redireccionar la planificación de obras para fortalecer el sistema de salud, el gobernador Axel Kicillof le encargó el diseño y ejecución de un plan quinquenal para transformar la infraestructura de la Provincia a largo plazo.
En diálogo con Radio Provincia sostuvo que “en marzo, cuando vimos que la cosa venía en serio con el covid y que Argentina iba a empezar a tener casos, el Gobernador nos pidió un plan de obras para Salud que hicimos junto al ministro Gollan. Había muchas obras paralizadas del gobierno anterior. El 2019 fue un muy mal año para la obra pública en la Provincia y asumimos con un montón de deudas y obras suspendidas. En ese marco nos sentamos con la gente del ministerio de Salud y vimos qué obras podíamos terminar rápidamente para tener más camas, salas de guardia y centros de atención primaria (CAP)” en todo el territorio.
Simone precisó que desde el inicio de la gestión hasta ahora “hemos terminado alrededor de 90 obras y calculamos que para mitad de julio terminaremos la totalidad que nos propusimos, que son 125. Venimos bien en función de los tiempos que habíamos estimado. De estas obras, 80 son CAP que luego administran los municipios, además de salas de guardia y de terapia intensiva”.
“Una de las primeras cosas que nos dijo el Gobernador era que él quería un plan quinquenal de obras públicas, incluso con esquemas estratégicos que excedan nuestra gestión, para saber qué Provincia queremos en 20 años. Sobre ese plan trabajamos, proyectando obras viales, hidráulicas, de arquitectura que incluye una inversión de 600 mil millones de pesos para los próximos cuatro años”, indicó el funcionario.
Además, estimó que “la Provincia necesita un nivel de inversión pública de 2 mil millones de pesos por año. Hay obras que se necesitan para inundaciones o viviendas, pero también rutas, puertos que tienen que ver con activar el aparato productivo de la provincia”. Además, “es infinito lo que hay que hacer en barrios populares, debe haber unas 5 mil viviendas a medio hacer, la mitad con un avance mayor al 50% pero otras que estuvieron paradas 4 años. En una provincia con el déficit habitacional que tiene la nuestra, es terrible ver ese nivel de desidia”, indicó.