Por Fernando A. Lapolla
El martes 7 de julio tuvimos la grata satisfacción de ponernos, en este angustiante contexto, un traje de “optimismo”…
Esa fue la sensación que nos causó la charla con el Dr. Facundo Manes, referente de la Neurociencia pero, sobre todo, un entusiasta que nos invita a encarar el desafiante proyecto colectivo de “Refundar la Patria, de recuperar las instituciones a partir de la participación comprometida y altruista”, a pensar en esta crisis como una forma de “parir nuevos acuerdos políticos, económicos y sociales que estabilicen, lleven a crecer y desarrollarse a la Argentina. Pactos que contemplen la empatía y la cooperación como pilares de esa inteligencia colectiva que nos permitirá el éxito como Nación generando un plan estratégico de país”.
En esta sociedad tan descreída de la política, Facundo nos interpela sobre cómo será el Estado que vamos a necesitar pos pandemia: ¿Será más chico…? ¿Será más grande…? ¿O definitivamente será uno que funcione?
La invitación es a pensar en uno que genere la confianza necesaria para la reconstrucción económica y social que Argentina tiene pendiente. Un Estado que vuelva a entender a la educación como el medio y el mecanismo más efectivo, genuino y equitativo para la movilidad social y sea capaz de contagiar y “enamorar” a los ciudadanos con esta idea a largo plazo.
En esta sociedad tan descreída de la política, Facundo nos interpela sobre cómo será el Estado que vamos a necesitar pos pandemia: ¿Será más chico…? ¿Será más grande…? ¿O definitivamente será uno que funcione?
Sin dudas un Estado que produzca más, pero también capaz de hacerlo con el valor agregado que solo dan la Ciencia y la Tecnología.
Como agrupación política hemos estado conversando y debatiendo, en múltiples y diversos encuentros, sobre ciencia y tecnología, y lo hemos hecho con la convicción de creer que el interés por estos campos tan significativos solo puede incentivarse en una sociedad que los abrace y piense como parte de su vida cotidiana.
El “Paradigma del conocimiento” al que nos insta el Dr. Manes, está basado en la lógica colectiva; propone convocar a cada miembro de la sociedad a una REVOLUCIÓN EDUCATIVA que piense a la Educación como el instrumento para que los jóvenes desarrollen una “brújula confiable” que les dé rumbo a sus saberes… a sus anhelos… a sus sueños, porque en esos sueños personales también se juega el sueño colectivo de un país con políticas de Estado a largo plazo que permitan un desarrollo sostenible repensando contenidos pero sin dudas atendiendo al contexto.
Tenemos la firme convicción de que nadie se salva solo, que nadie sabe más de lo que sabemos todos juntos.
Y en eso nos quedamos pensando… como individuos, como agrupación, como actores sociales comprometidos. ¿Cómo evadir, en palabras de Facundo, a los “Fundamentalistas de la Coyuntura” para modelar esta idea de “engranaje social” que tenga por bandera el bien común y la igualdad de oportunidades?
Tenemos la firme convicción de que nadie se salva solo, que nadie sabe más de lo que sabemos todos juntos.
Creemos profundamente que todas las revoluciones comienzan con un sueño. No somos los “distraídos al costado del camino”, queremos hacernos cargo del legado que nos precede.
Recordamos el concepto de Patria por la que lucharon aquellos próceres que con nobleza participaron en la construcción de una Nación.
Pensamos en aquellos que con valor, reafirmaron el camino de la democracia y la pluralidad.
Trabajamos día a día para recuperar, por los que vienen, el debate, la diversidad de voces sembrando diálogo y respeto.
Facundo Manes cerró su charla citando al Dr. Mariano Moreno que escribió: “Allí donde partir es imposible, donde permanecer es necesario, donde nunca se está del todo solo, donde cualquier umbral es la morada. Allí donde se quiere arar y dar un hijo. Allí donde se quiere morir… allí está la Patria”.
Adherimos.
* El ingeniero Fernando A. Lapolla es secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación de Los Boinas Blancas.