Por Luis Aros Peralta
Si usted escucha la expresión “la florida”, el más elemental sentido común lo llevará a discurrir sobre plantas en pleno florecimiento con abundancia de pétalos exuberantes.
Quizás piense en la primavera, en espacios llenos de flores y aromas precisamente primaverales que inundan sus sentidos y se establezca entre usted y el entorno inmediato, un estado de placer plagado de cantos de pájaros de distintas especies y tamaños que musicalizan la estación primaveral.
Ahora bien, si la expresión es “Barrio la Florida”. Acá empieza a cambiar el panorama e incorporamos a las personas. Individuos que habitan un barrio sembrado de flores y que esas personas han dedicado parte de su existencia a adornar el espacio en donde quieren vivir, porque les gusta y sienten goce de estar relacionados con las manifestaciones de la naturaleza y por consiguiente se sienten parte de ella.
A través de esta perspectiva, podría deducirse que se está ante la presencia de una simbiosis casi perfecta entre hombres y naturaleza, añoranza largamente acariciada por muchos soñadores de este mundo. De manera que, sin correr el riesgo de caer en un dislate, se puede aseverar que allí habría abundante material de trabajo para poetas. Ellos sí que se harían un festín describiendo, poniendo en palabras y entonaciones múltiples, tan frondoso paisaje.
Pero acá se le sugiere, no se haga grandes ilusiones, porque sobre esta breve descripción paisajística no hay buenas noticias. Lo cierto es, que en ese mismo lugar permanece en forma de enclave, un pestilente basural a cielo abierto desde el año 1994, en donde el municipio de Mercedes deposita toda la basura que se genera en la ciudad y pueblos aledaños – unas 80 toneladas diarias – Que por 26 años se han venido arrojando diariamente sobre una superficie de 8 hectáreas, ahora rebasadas de desperdicios de todo tipo.
Allí sigue estando como mudo testigo de la inacción, aun cuando los habitantes del lugar vienen reclamando insistentemente desde el inicio su erradicación, por los perjuicios que les causa a sus vidas, a sus bienes y el deterioro del medio ambiente, además del riesgo sanitario que implica un basurero a cielo abierto.
Sin embargo, ya se ha dicho que después de 26 años el reservorio de basura sigue estando, solamente se han mitigado algunos de los efectos, especialmente aquellos que se hacen visibles al pasar por el lugar; pero ahora no es esa la cuestión. Pesa sobre el municipio una sentencia firme de tercera instancia, que el Ejecutivo Municipal ha venido eludiendo de manera sistemática, a esta altura de forma inexplicable. Sentencia que ordena la erradicación definitiva del basural y que deberán finalmente cumplir. Los vecinos y el buen sentido, se niegan a aceptar que las autoridades no cumplan los mandatos judiciales.
Han pasado dos gobiernos distintos en la comuna, pero ninguno de los dos, ha sabido, ha querido o ha sido capaz de solucionar el problema del basural. Muy por el contrario, han difundido con mendacidad sistemática que el basurero ya ha sido erradicado y que el saneamiento del lugar se ha realizado aplicando estándares mundiales.
Hace sólo unos días, el Juzgado en lo Contencioso Administrativo de Mercedes, ante la renuencia del municipio a cumplir con la sentencia y, a pedido de los vecinos de La Florida, ha ordenado que en un plazo de 180 días que el basurero debe ser erradicado.
Desde noviembre del 2010, fecha en que los vecinos de La Florida cansados de promesas incumplidas y habiendo agotado todas las instancias administrativas, recurrieron en reclamo a la justicia provincial, la que les dio la razón jurídica en todas sus instancias. No se entiende cómo es que el municipio litigó en contra de los vecinos – con costo oneroso para el erario público – a sabiendas que incumplía la Ley, y que su deber supremo es cuidar el medioambiente y las condiciones sanitarias de sus gobernados.
Desde entonces y hasta ahora, han pasado dos gobiernos distintos en la comuna, pero ninguno de los dos, ha sabido, ha querido o ha sido capaz de solucionar el problema del basural. Muy por el contrario, han difundido con mendacidad sistemática que el basurero ya ha sido erradicado y que el saneamiento del lugar se ha realizado aplicando estándares mundiales. Así cuentan, a través de la prensa municipal, pero el basural sigue allí, aun cuando la Sentencia que ordena su cierre permanece incumplida.
Hace sólo unos días el Juzgado Contencioso Administrativo de Mercedes, más precisamente el 1 de julio del presente, dictó una Sentencia Ejecutoria en la que se ordena la erradicación definitiva del basural en un plazo de 180 días. Además, le ordena al municipio informar sobre sobre el derrotero que van a seguir para tal fin y las acciones concretas a ejecutar con fehaciente documentación respaldatoria. No hay más espacio para dilaciones.
Luis Aros Peralta es vecino de la zona de La Florida y uno de los accionantes en la demanda