Por estos días se discute fuertemente la posibilidad cierta de que algunas actividades deportivas como el tenis o la natación puedan volver a retomarse. Y la expectativa es grande entre quienes practican este tipo de disciplinas. Es el caso de los responsables del Natatorio Cumelén, que quieren que se pueda volver a nadar, lo que sería fundamental para retomar la vida del emprendimiento y para que muchos socios y amantes de la natación puedan volver a sentirse bien de ánimo y salud física.
“Se podría volver a la actividad con un protocolo que se presentó, adaptado a la pileta de calle 28, del protocolo provincial que fue armado por la Cámara Bonaerense”, sostuvo, consultado por este medio, el profesor Martín Bondanza, alma mater y responsable de Cumelén, un centro de actividades acuáticas que está parado desde la declaración de pandemia, pero ya es insostenible.
“En el protocolo se considera que entran 4 personas por turno. Aquí siempre se trabajó por turno así, y quienes vienen ya están acostumbrados a esto. Uno por andarivel, 4 cada 45 minutos con media hora de intervalo para desinfectar… contamos con dos vestuarios, así que habría dos personas por cada uno y también tenemos una sala de estar donde también se puede aprovechar para aumentar el distanciamiento social. Tenemos todo armado para poder comenzar a nadar”, explicó Bondanza.
“Vendemos pizzas integrales y muffins saludables. Con eso estamos sosteniendo los sueldos de los profesores, vamos tirando y ocupamos la cabeza. No alcanza para el alquiler, ya no tenemos ahorros y la situación es desesperante. Para nosotros es crucial abrir y esperamos que esto sea realidad en breve”.
Según el responsable de Cumelén, todo se ha complicado mucho con el paso del tiempo. “Estamos en una etapa ya desesperante. El alquiler sigue corriendo, el gas y demás gastos también, más allá de que la pileta no está climatizada si la caldera se apaga se arruina. Hay un mantenimiento que debe estar haciéndose. Nos bajaron las tarifas pero el gasto grande lo tenemos en los profesores y el alquiler”, indicó.
A Bondanza le tiembla la voz al confesar que ya no tiene resto para aguantar. “En lo personal ya gastamos todos los ahorros y no tenemos más recursos”, dijo y agradeció a quienes los acompañan en esta lucha por la reactivación de la actividad: “Queremos comenzar otra vez y darle un natatorio a las personas de Mercedes, nuestros socios, clientes y amigos, a los que agradecemos. Estamos saliendo a vender pizzas, muffins y siempre con nuestra esencia que es el cuidado de la salud. Las pizzas son integrales y los muffins saludables. Con eso estamos sosteniendo los sueldos de los profesores, vamos tirando y ocupamos la cabeza. No alcanza para el alquiler, ya no tenemos ahorros y la situación es desesperante. Para nosotros es crucial abrir y esperamos que esto sea realidad en breve. El protocolo es reducido con cuatro personas bien distanciadas, no se usan las duchas y todo lo que se pide ya lo hacíamos: la desinfección era permanente en nuestra forma de trabajar y mantener las instalaciones limpias”.
Desde distintos sectores vinculados a la actividad surge mucha info y en esta se marca que en las piletas no hay contagio, ya que el agua no lo permite por la cloración. «Mientras se está nadando, una persona está desinfectando los vestuarios, y se tratará de evitar posibles contagios y contactos», señaló Bondanza.
Desde la Secretaría de Deportes se les informó a los natatorios que Mercedes los habilitaría cuando la ciudad esté en fase 5, es decir cuando no haya por 20 días contagios autóctonos. “Es una pena que esto sea así. Nosotros hablamos con los socios y la mayoría están con dolores musculares, duros, deprimidos. La actividad física es muy importante desde el punto de vista de la salud, y en nuestro caso muchos iban con actividad física recomendada por el médico, un kinesiólogo o un profesional. Queremos volver a la actividad para que esta posibilidad de nadar les haga bien a muchas personas, no solo en su salud física sino en su ánimo”, completó el responsable de Cumelén.