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La importancia de una buena información sobre la salud

Diariamente son millones las personas que acuden a internet para buscar información sobre la salud, bien de interés general como también para salir de dudas en cuanto a sus padecimientos o tratamientos. Es fundamental, en todos los casos, contar con fuentes confiables de información.

El riesgo de tener información de dudosa calidad en lo referido a la salud es muy grande, en ocasiones puede ser hasta peligroso. De ahí que acudir a fuentes de información sobre salud confiables, con contenido de contrastable calidad y con una buena reputación y buen hacer desde mucho tiempo atrás, serán fundamentales para que tu salud no esté en riesgo y para que no compartas datos o informaciones que estén muy alejadas de la realidad o la búsqueda de la verdad.

Pero, ¿cómo saber si una información sobre salud es auténtica y de calidad? La mejor manera es acudir a sitios en los que confíen los especialistas; pero la segunda mejor manera es analizar las características que toda fuente de información confiable debe tener.

Características que tienen en común las fuentes confiables de información sobre la salud

Si bien la mayoría de las informaciones sobre salud suelen venir de fuentes oficiales, organismos con competencia en el ramo, centros clínicos, laboratorios y demás instituciones científicas, a menudo ese tipo de información no está en formatos accesibles al usuario común, sino que están destinados a un uso más profesional y científico.

Por eso, las personas prefieren leer y documentarse con sitios web y portales que, sin ser los oficiales, ofrezcan en un formato más sencillo y ameno las informaciones que son reales y de confianza sobre la salud, y esos sitios deben tener características como las siguientes para estar seguros de que son de buena calidad.

Citan los estudios oficiales

La primera manera de reconocer un medio informativo donde la información de salud sea de calidad es a través de las citas a estudios oficiales o de origen.

Cuando el contenido carece de fuentes verificables -que el usuario interesado pueda utilizar para indagar o profundizar en un tema en particular-, no puede garantizarse estar ante un sitio que utiliza información confiable y oficial, porque aunque pudiera serlo, la dificultad para verificar su origen es mayor y no tendría sentido que un medio confiable dificultara esa posibilidad a sus lectores.

Por eso, si algo tienen en común los medios de información de calidad sobre salud, es citar estudios oficiales, tanto de organizaciones de carácter global en materia de salud como estudios de centros científicos, clínicos, hospitalarios y autores especializados en la materia.

La información es actualizada constantemente

Las enfermedades, sus tratamientos, causas y orígenes, consecuencias y cantidad de infectados -en el caso de enfermedades virales que afectan a gran cantidad de la población- suelen actualizar información cada día.

Por eso, debes confiar sólo en aquellos medios donde la información sea constantemente actualizada, ya que cada día se realizan estudios a nivel mundial, pruebas, ensayos clínicos, se actualizan datos oficiales, lo que permitirá reconocer nuevas informaciones, posibilidades, riesgos y recomendaciones confiables sobre determinada enfermedad, medicamento o padecimiento.

Una de las principales causas de la desinformación en lo que respecta a la salud no está en la utilización de información falsa, aunque cueste creer, sino en la utilización de información desactualizada, que por el simple hecho de haber sido realizada meses o años atrás ha dejado de tener vigencia y rigor, pudiendo existir actualmente una información confiable que la refute o haga perder el sentido.

Patrocinio oficial o profesional

Hay un aspecto destacable en los medios informativos especializados en el área de la salud: cuentan con el apoyo o beneplácito de instituciones oficiales o profesionales del sector.

Este patrocinio puede darse de diferentes maneras:

  • Firmas especializadas: confía siempre en la información que, además de ser oficial y actualizada, venga realizada directamente por un profesional de la salud o que haya sido revisada por un profesional de la salud antes de ser publicada. Esto te garantizará estar ante una información que sea fidedigna.
  • Patrocinio oficial: no son pocos los portales con información sobre el área de la salud que cuentan con el patrocinio de instituciones oficiales, desde gobiernos, ministerios hasta organismos de carácter global, que apoyan el buen hacer del medio y que indirectamente se adjuntan parte de la responsabilidad del contenido que allí se publica. En estos casos también se trata de medios en los que puedes confiar, ya que hay organismos detrás que promueven los contenidos de calidad en ese sentido.

Datos, muchos datos

En la salud, como en cualquier otra área donde las ciencias tienen importante incidencia, los datos representan un aspecto crucial para entender y juzgar las informaciones.

Hablar de la peligrosidad de una enfermedad, de efectos secundarios de un tratamiento, de la natalidad, de la fertilidad, de las posibilidades de éxito de un tratamiento para un padecimiento común, y en general, hablar de cualquier tema relacionado con la salud, implica aportar datos que apoyen el contenido que se publica.

Por tal razón, desconfía siempre de aquellos sitios con información de salud pero sin datos que demuestren que lo que dicen es cierto. Para ti como lector será confuso determinar la magnitud de la afirmación que en ese medio se coloque -porque los datos son la mejor forma de brindar contexto a informaciones de salud-, y podrías correr riesgos o promover el uso de información indebida a través de tus redes sociales y lugares habituales de conversación.

La información de la salud es esencial, siempre que sea de calidad

La buena salud es el pilar de una vida plena. Para garantizarla, gran parte de responsabilidad recae en el hecho de conocer muchas cosas que inciden sobre la sensación de salud personal y global. Informarse es una obligación y una prioridad en muchos casos.

Informarse bien es un derecho para el lector o consumidor de información, y un deber para los medios del sector de la salud, que serán el primer lugar de búsqueda para la mayoría de las personas. Sin embargo, no todos cumplen con las características de citar estudios oficiales, actualizar sus contenidos constantemente, contar con el apoyo de profesionales o aportar datos que brinden sustento a sus contenidos, lo que puede conllevar a una pérdida de tiempo o potenciales riesgos de salud si piensas tomar decisiones en base a esos contenidos.