Desde el Partido Obrero de Mercedes, a un año de la explosión de Sigma, exigen el saneamiento inmediato de la zona afectada por la explosión y marcan que «el Estado municipal y provincial son responsables», a la vez que piden justicia para Rubén Ponce.
«Pasó un año de la explosión que conmocionó a toda la zona. Por aquel entonces, el gobierno local de Ustarroz que iba por su reelección y el gobierno de Vidal, que se acercaba a la derrota, cerraron la grieta y definieron como un “error” de la burocracia la explosión que se llevo la vida del trabajador Rubén Ponce», indicaron desde el PO, que por entonces señalaba lo que los vecinos de La Verde venían indicando en sus denuncias: «La fábrica de agrotóxicos era un punto de contaminación desde hace años, y los gobiernos que pasaron por provincia hacían vista gorda, al igual que los locales».
«Pero la explosión de Sigma además fue el prólogo de una política basada en la depredación ambiental, como expresión de salida a una crisis económica que debía remontarse incorporando capitales, y para esto, el gobierno que asumió a fines del 2019 no tuvo problemas de acentuar la orientación extractivista y agrosojera del modelo», objetaron.
«Todo capital contaminante que ande dando vueltas, tenía las puertas abiertas en Argentina. Esto se colocaba muy lejos de la idea de un saneamiento de la economía a partir de la producción de bienes y del desarrollo tecnológico. Es por esto que estallaron rebeliones en Mendoza contra la mega minería, en todo el país contra el acuerdo porcino con China, en las zonas afectadas por los incendios contra el avance de la frontera sojera», dijeron.
Desde el PO opinan que Sigma fue «la punta del Iceberg, la confirmación de que la degradación del capital se convierte en degradación ambiental de la mano de los gobiernos que sostienen esta orientación».
«Pero esto no termina acá, y el primer aniversario de Sigma no debe pasar inadvertido. Porque Ustarroz, aprovechando la pandemia (que paradoja) y en estrecha compañía de la oposición Cambista, logra meter en la ciudad a la firma Zschimmer y Schwarz (Energy one) productores de coadyuvantes que se utilizan para la producción de agroquímicos. Los empresarios que no encontraban lugar en otra parte, encontraron en el Kirchnerismo local un aliado, seguramente no se les escapa a los inversores de la firma el antecedente de Sigma, todo lo contrario es la demostración de lo filtrable y vulnerable que son los controles», completaron.