“Pagamos impuestos y cada vez hay menos servicios”, se quejan vecinos de calle 12 entre 1 y 3, que ven veredas tapadas de ramas que no se recogen. En ese espacio hay una casa demolida, quedó todo abandonado y dejaron ahí restos de ligustro que hacen difícil caminar ya que la vereda de por si está en malas condiciones y esto agrega otro problema, en una zona muy transitada.
“Yo intenté solicitar que retiren los importantes restos de poda que obstruyen el paso de los peatones en una vereda y, asombrada, me enteré que ya no se toman pedidos de esta índole en el 147, así que algún día, cuando pase el camión recolector (sobre el que no pudieron informarme los recorridos) los vecinos podremos volver a transitar sin obstáculos”, comentó Elsa, vecina de la zona, a este medio.
“A la gente común nos interesa la calidad de vida, estos «pequeños detalles» que facilitan o entorpecen nuestra vida, el día a día”, agregó y marcó “la desidia en cuanto a temas como estos, la comodidad o dificultad para quienes andamos por la ciudad, la seguridad en este sentido (y en todos), las cloacas tapadas o con las primeras napas (a las que van los pozos ciegos y pérdidas de las cloacas, que contaminan todo afectando la salud que dicen cuidar tanto”.
“En este caso, los vecinos que ni podamos ni dejamos esas ramas tenemos que seguir arreglándonos a la buena de Dios, seamos madres con niños, con cochecitos, personas mayores o con dificultades”, señaló en su queja.
Agua que se derrocha
Por otra parte, también llegó a este medio un reclamo reiterado de vecinos del barrio Lapenta, que conviven con derroches de agua que los aquejan.
También aseguran que señalaron el problema al municipio pero desde hace varios días las pérdidas de agua en 38 entre 13 y 11 subsisten. En el lugar se habían realizado reparaciones por parte de la comuna, pero al día de hoy la perdida de agua que bota del suelo es más que importante y atraviesa hasta e desagote muchos metros, generando además una complicación más de acumulación de líquido sobre la calle 13, ya que la caída de la calle está al revés del sentido que lleva a la boca de tormenta.