El diputado nacional del Frente de Todos, Carlos Selva, defendió su voto afirmativo al proyecto que autoriza al gobierno a avanzar en las negociaciones con el FMI, y que ahora deberá ser refrendado por el Senado.
En declaraciones a Mañana Es Mejor por Radio Provincia sostuvo que “no había espalda financiera ni política para que el país entrara en default”. De lo contrario, aseguró que “el próximo lunes la Argentina hubiera amanecido con una corrida cambiaria y eclosionaba con una crisis económica y social que iban a terminar pagando los sectores más desprotegidos”.
Selva destacó que “superada esta situación, el presidente Alberto Fernández tiene una oportunidad para consolidar el modelo de desarrollo y producción” y resolver problemas como la inflación.
Selva admitió que le “sorprendió” el voto negativo de Máximo Kirchner y los legisladores que representa. Advirtió que “con el hecho consensuado para que saliera el acuerdo, la abstención era lo más saludable para nuestro bloque” y agregó que “la voluntad del presidente de la Cámara (Sergio Massa) y de muchos compañeros no es entrar en un camino de ruptura”, al tiempo que consideró que “no cree que la actitud de La Cámpora haya atentado a la integridad del espacio”.
Por otra parte, manifestó que “el trabajo de Massa permitió que se fueran encontrando los puntos de coincidencia para que el proyecto tuviera la aprobación necesaria”. Asimismo, confió que ahora el desafío es impulsar “el andamiaje necesario de leyes para que no se detenga el crecimiento transversal que se viene dando a lo largo y ancho del país”, y resaltó que “vamos unificar el criterio del bloque para sacarlo adelante”.
En ese marco, Selva detalló que hay propuestas para trabajar en la Cámara vinculadas a la electromovilidad, incentivos a la industria automotriz y el sector agropecuario.
Por último, se solidarizó con la vicepresidenta Cristina Fernández por el ataque que sufrió en su despacho durante las protestas que se desarrollaron frente al Congreso en contra del entendimiento con el FMI. Selva precisó que “es un hecho traumático que pudo haber tenido graves consecuencias. Los violentos atacaron la casa de la democracia, como es el Congreso de la Nación, y si alguien sabía que ese era el despacho de la vicepresidenta es mucho más grave aún”.