Los sacerdotes Palotinos, a diferencia de otras comunidades religiosas que nacieran en Argentina (algunas en Mercedes) y que luego se extendieran en el mundo, llegaron desde Europa para cubrir las necesidades de las familias de emigrantes que poblaron el suelo argentino.
En Mercedes una de las comunidades más prosperas e importantes era la irlandesa, desarrollando sus actividades en campos y estancias, en la cría de ovejas, dada la necesidad de la comunidad europea por la lana y la cercanía del puerto de Buenos Aires para su exportación.
Los irlandeses disponían de capellán y biblioteca, además del convento de las hermanas Irlandesas de la misericordia para la educación de niñas en el edificio ubicado en calle 12 y 19. Sobre este sitio, que las hermanas abandonaran posteriormente, se establecieron los Padres Palotinos y fundaron el Colegio San Patricio y la capilla en el año 1887.
Como esta capilla le resultara pequeña para atender las necesidades del colegio y los numerosos feligreses, se hace construir una nueva en el año 1892 ubicada sobre la calle 12 y 21 destacándose el cielorraso de madera modelada (que hoy es el salón de actos).
La reja que rodea el edificio es del año 1901.
Pocas comunidades, como la irlandesa son tan generosas para sostener el clero y la enseñanza, por ello el 19 de octubre de 1930 se coloca la piedra fundamental de la nueva iglesia de estilo gótico que hoy tenemos y que fuera construida en tiempo récord de 1 año y 5 meses. Los vitraux construidos sobre cristal de roca en un total de 450 metros cuadrados, sin contar los de la basílica de Lujan, son los de mayor extensión en Sudamérica.
El 17 de marzo de 1932, día que se cumplían 15 siglos de la llegada de San Patricio a Irlanda, es bendecido el templo que cuenta además con un carrillón de 24 campanas y un órgano que es considerado el más grande de Sudamérica.
La educación durante el periodo de los años 1887 – 1927 denotaba un crecimiento selectivo, ya que se dedicaba más a la enseñanza en las escuelas urbanas que en las rurales dado las distancias y caminos existentes, por ello era muy usual contratar un maestro para que concurra a enseñar en el campo. Los Padres Palotinos dispusieron alumnos varones pupilos o medios pupilos de la comunidad Irlandesa para facilitar la enseñanza de aquellos emigrantes y luego extendieron la enseñanza a emigrantes italianos para finalmente abrirse a toda la comunidad mercedina quienes en su mayoría eran externos, las niñas eran enviadas a la escuela Misericordia (calle 28 y avenida 29).
El crecimiento no solo fue cuantitativo sino cualitativo también ya que quienes aprobaban su sexto grado estaban suficientemente preparados para enfrentar la vida. Eran tiempos difíciles para enfrentar un secundario cuya práctica estaba solo al alcance de las clases más pudientes. Por ello aquella educación no podía clasificarse ni primaria ni secundaria sino un nivel intermedio donde se formaban fuertemente en lenguas castellana e inglesa, matemáticas bastante avanzadas, historia, geografía, ciencias naturales, había también clases de gimnasia, dibujo, canto y música.
Los resultados eran satisfactorios porque esta formación les permitía a los jóvenes un progreso en la sociedad. Muchos obtenían buenos empleos o volvían a sus campos para cultivar y mantenerlos con un claro deseo de progresar y elevar el nivel de vida de sus familias.
La Iglesia, para enfrentar las leyes de educación común del año 1884, comienza a fundar escuelas parroquiales, muchas de las cuales cerraron a fines del año 1930 dado que no se previeron los medios para su mantenimiento, quizás porque no se consideraba una prioridad la educación.
No obstantes las congregaciones y órdenes religiosas soportan las desventajas jurídicas y económicas de las escuelas libres que gozan de un gran prestigio en el pueblo. Algunas desventajas jurídicas se resolvían con exámenes ante el Consejo Escolar o en escuelas oficiales, pero estos exámenes se volvieron más rigurosos, no solo en los contenidos sino en su forma; presionando así a las escuelas libres a ingresar al sistema oficial que les reconocía la validez de sus títulos. Este reconocimiento no estaba acompañado con el pago de los docentes por lo que el estado hacia un pingue negocio, ya que brindaba educación a un costo cero.
El Colegio San Patricio obtiene en el año 1927 la incorporación oficial cerrando así un capitulo y abriendo otro no tan brillante hasta la promulgación de las leyes de libertad de enseñanza durante la presidencia del doctor Arturo Frondizi en el año 1958.
Por ello en ese año 1958 otro mojón educativo asentaron los Padres Palotinos en Mercedes: la creación de su escuela secundaria, nivel que comienza su derrotero y vio sus primeros frutos en 1962 con el egreso de la primera promoción de bachilleres.
Fue precisamente un año antes, es decir en 1961, cuando finalmente se complementa la oferta educativa con la incorporación del pre-escolar, cubriendo de esta manera los tres niveles educativos.
A fines de los años 90 se incorpora la enseñanza mixta, primero en jardín luego en primaria y posteriormente en el nivel polimodal del secundario.
Hoy más de 900 alumnos recorren sus aulas de los 3 niveles en los edificios de calle 12 y en el tradicional de calle 14.
Este año la iglesia cumple 90 años y el colegio 135 años, motivo de festejo para todos los que se encuentran cerca de esta numerosa comunidad que en días más tendrá un nuevo motivo de festejo que será en su Campo de Deportes.