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Juan Pablo Montuori, el capitán de Trocha

Pablo Montuori con la copa de campeón en alto.

Es el capitán de Trocha campeón de la Liga Mercedina de Fútbol, se trata de Juan Pablo Montuori (35) que se inició en el Club Estudiantes para luego hacer inferiores en Huracán de Parque Patricios donde llegó a realizar pretemporada con la Primera división. Por esas cosas del fútbol su destino fue el ascenso con una trayectoria por Dock Sud, Atlas, Luján, San Miguel, Defensores Unidos de Zárate y Deportivo Laferrere. En su regreso al pago se estableció en Trocha, club donde vive un momento especial, la reciente consagración.

“En realidad desde que arrancó el torneo me encontré afuera al estar como técnico, en la primera fecha me había lesionado y dije que tenía que seguir jugando. Desde afuera es sumamente estresante, la realidad que confiaba mucho en los jugadores, estábamos compenetrados en lo que queríamos, estuvimos unidos al quedar pocos y eso fue el estandarte de lo que logramos” contó el mediocampista sobre su vivencia en un rol que arrancó como DT y siguió ya en el rol de jugador.

– Jugar un Reducido sin ventaja y ganar en cada partido ¿los fortaleció armándose un combo anímico y futbolístico?.

– Nosotros confiamos mucho en lo que podía pasar y llegábamos a dar, teníamos un equipo para campeonar y no siento que algún rival pueda ser superior a nosotros. Si nos costó acomodarnos y poder jugar cuatro o cinco partidos el mismo once que es lo más difícil que tuvimos en el torneo, pero una vez que se logró eso ya sabíamos que podíamos estar en la final.

– De todo lo que has jugado ¿fuiste campeón antes?

– No, perdí dos finales y en una me salvé del descenso (en Luján) que es como ser campeón, después salí subcampeón en Cuarta en Huracán pero nunca había salido campeón. En la Liga nunca había jugado, me llamó Juanito (el DT actual) y me sumé.

En la mayoría de los equipos en que jugué fui el capitán, lo viví con demasiada presión sobre mis compañeros y trataba que eso sólo venga para mí y por tratar de defender algo que era justo tuve expulsiones. Lo viví muy emocionado, con muchas ganas, estresante y con cuestiones familiares que me han pasado donde no pude entrenar como quería. Hacía tiempo que no disfrutaba un torneo” remarcó el capitán de Trocha.

– ¿Esto te motiva a seguir jugando en Trocha? Tienen dos torneos por delante.

– Estuve pensando un poco, la idea fue dejar de jugar, pero la verdad como se dio todo me quedan un poco de ganas, si puedo acomodar una cuestiones y poder entrenar quiero seguir jugando.

Tras la final, Pablo festejó, buscó su familia para retratar un momento único y hasta le obsequió el pantalón a uno de los seguidores más populares de Trocha: “lo del “Chino” fue muy espontáneo, mis familia fue un motor, de poder entrar con mi hijo más tarde y que esté el más chiquito en la platea, que esté mi esposa, mis viejos y mi hermana fue una alegría enorme. Para todos fue muy emotivo y para mí fue la frutilla del postre tantos años de sacrificio de estar en mi ciudad y de un equipo donde nadie apostaba por nosotros” contó, marcando que le molestaron cuestionamientos cuando no se dieron resultados.

Sobre su rol, el de capitán más la experiencia y lo que aportaron otros jugadores Montuori se refirió: “tenemos gente con voz de mando, que sabe escuchar, también afrontar los inconvenientes al tener jugadores lesionados, jugamos con infiltrados y las ganas que había, la convicción nos llevó a ser campeones” sostuvo el futbolista, que vio la roja tras los penales, es que la historia con la parcialidad de Suipacha empezó en la ida y en medio de pulsaciones más que altas se descargó, cosas del partido.

– ¿Qué te imaginás del torneo que se viene?

Siempre que esté la competencia será bueno, en este que pasó más allá del parate me pareció muy bueno, más emocionante con el descenso, más parecido a lo que viví siempre. Tenemos una cancha hermosa y jugadores muy interesantes y esa competencia a mi edad resulta atrapante para seguir. Las canchas de Vélez y Quilmes están a la altura, los chicos se tienen que motivar y con eso dedicarse a jugar.