Tal cual consigna Cristian Kraus, en la UDPlay, dentro del marco de la reinauguración para eventos del quinto piso del Hotel Mercedes, se presentó la pasada noche de viernes «La Negracha».
«Se trata de una fusión de músicos de categoría de rock amantes del tango que decidió llamarse así en inspiración y honor al tango que fuera caballito de batalla del maestro Osvaldo Pugliese. Son a la vez, un grupo sólido de amigos que comparte ensayos, asados y distintas experiencias, y se lucieron una vez más tal cual lo vienen haciendo desde hace un tiempo atravesando un gran momento, entre grabaciones, shows en vivo y la aprobación de un público que los acompaña a todos lados», explica Kraus sobre la presentación de «La Negracha».
«Pasaditas las 22 horas Walter Perruolo en guitarras, Pedro Martini en bandoneón, Lito Córdoba al piano y Marcelo Gorgione en batería arrancaron la velada con Danzarín, la obra de Julián Plaza; para que después se sume Nahuel Fusco con su impronta y voz arrabalera que lo caracteriza y que lo ha consagrado como interprete tanguero, para darle paso a Barrio Pobre y Tinta Roja. Y así, entre sublimes instrumentales y excelentes expresiones de Nahuel brindaron un repertorio amplio de 21 interpretaciones tangueras que incluyeron Mariposita (Aieta-Jiménez); Loca (Manuel Joves); Nocturna (Julián Plaza); Tango caliente (composición de nuestro coterráneo y Negracho Lito Córdoba mientras estaba en el exterior); Bajo un cielo de estrellas (Contursi-Franchini-Stamponi); Ventarrón (Maffia-Staffolani); Cuestión de ganas (Juárez-Tavera); Libertango (Piazzolla-Ferrer); Adiós nonino (Piazzolla-Blázquez); Ya no muero; Nada (Ana Monica Velez Solano – Mario Domm) ; Desencuentro (Troilo-Castillo); Palomita blanca (Aieta-Jiménez) y Milonga de mis amores (Maffia-Laurenz) con el ya clásico y aplaudido pasito del Chori incluido Entre medio y en la magia de la noche, todo el público inmerso y maravillado con lo que sucedía disfrutando de la química artística de estos colosos músicos que disfrutaban cada interpretación entre miradas cómplices y risas como si cada uno le diera un pase gol al otro contagiando esa energía a los presentes. No faltó ver a Lito Córdoba descosiendo el piano, al Tano Giorgione disfrutando en su set percusivo, las risas de Pedro Martini como que bandoneón fuera un complemento de sus dedos, a Walter Perruolo tejiendo acordes para brillar en la guitarra y como dije al principio a Nahuel con su infaltable impronta tanguera al mejor estilo Rubén Juarez o Julio Sosa».
«Ya entrando en el corte y la quebrada del show, interpretaron candomberamente la composición de Walter Perruolo “Los Mosqueteros” que ya es patrimonio y parte de la identidad mercedina. Baldosa floja (Bocazzi-Sassone-Gilardoni) y Siga el baile (Donatto) fueron las que culminaron el show con todo el público aplaudiendo totalmente maravillados por lo que se había disfrutado en casi dos horas a puro 2 x 4. Con el bis “Te llaman Malevo” dieron el final definitivo a una noche inolvidable como todas las que han brindado».
«Y como sucede en cada presentación, queda el espectador con ganas de que esto dure para siempre. La Negracha prefiere pensar en hoy, dar todo y disfrutar de cada show como si fuera el último. Y se nota. Ojalá, como dice el maestro Pugliese, la banda manye el metejón que publico tiene con ellos. Los que lo vimos y lo disfrutamos, debemos afirmar que es verdad, pensemos en hoy, pero si este esto es hoy, que dure para siempre. Siga el Baile nomas. Larga vida a La Negracha», completa Kraus.