“Hago reclamos que son resueltos en el mismo día, pero jamás consigo una solución definitiva”, sostiene el vecino Walter Etcheverry sobre una queja reiterada que ha hecho, dice, más de 30 veces pero con la difusión mediática espera que se resuelva definitivamente.
“Vivo en calle 40 entre 49 y 51 y esto sucede desde siempre”, explica Etcheverry. “Hace casi 9 años que vivo acá y esto se rompe con frecuencia de 2 veces al mes”, agrega en referencia a las instalaciones linderas de un puesto municipal de cloacas.
“Están arruinando la pared de mi casa y si no me percato se me llena la casa de agua servida”
“Cuando se rompe me invade la casa un gas tan fuerte que me provoca ardor en la garganta y ojos, me reseca la nariz. Yo sufro de rinitis aguda y últimamente vivo congestionado a causa de esto”, comenta.
En este sentido el vecino agrega que estas pérdidas de líquidos traen otras consecuencias: “Están arruinando la pared de mi casa y si no me percato se me llena la casa de agua servida”, apunta Etcheverry.