En el marco de los festejos por los 400 años del Milagro de Luján, acontecimiento que se celebrará en 2030, la comunidad arquidiocesana de Mercedes-Luján, encabezada por monseñor Jorge Eduardo Scheinig, peregrinó el domingo 30 de abril a la basílica mariana y participó de la misa presidida por el arzobispo local.
Durante la celebración eucarística se procedió al gesto anual de renovación del manto de la imagen de Nuestra Señora de Luján, que en su parte inferior incluye ahora tres estrellas doradas bordadas, por el número de títulos de mundiales de fútbol conseguidos por la Selección Nacional.
Desde el santuario mariano nacional explicaron que el bordado representa «un gesto de renovación de las fuerzas para la misión evangelizadora junto a toda la Iglesia”; además de ser un “reflejo del sentimiento de nuestro pueblo y símbolo de unidad de la Argentina”.
“Esta casa de María de Luján es una puerta, aquí esta Jesucristo que es su Hijo. Dejate empapar por el amor de Dios, sumergite en el agua bautismal. Deja que Dios guíe tu vida, te empape de su amor, de su misericordia”, sugirió el arzobispo mercedino.
“Esta casa es una puerta para que todo el que viene pase por la puerta, que es Jesucristo, y se sienta lleno de vida, de una vida nueva. En esta casa se bautiza, se reconcilia, se bendice; es lo que hace María, la Virgen. Esta casa no puede hacer otra cosa que lo que hace ella; ella es la dueña de esta casa, cuya puerta es Jesucristo. Ella nos enseña y nos invita a que nadie, nadie, absolutamente nadie se vaya de aquí sin la experiencia del amor de Dios, sin sentir que Dios tome la vida; la vida como viene, como dice el papa Francisco” agregó.
Monseñor Scheinig profundizó: “Acá vienen vidas desarmadas que necesitan ser abrazadas por el amor de Dios y de la Virgen. Es muy lindo entonces hoy encontrarnos con esta renovación del manto”, y destacó: “Estar bajo el manto de la Virgen, qué linda imagen de seguridad. ¿Quién no necesita ser cobijado? ¿Quién no necesita, en algún momento de la vida, ser abrazado, sostenido?”.
“Este manto, con el que quiere ponernos a todos nosotros bajo ella, a nosotros y a la Argentina; aquí está el pueblo argentino. Esta es la casa de la patrona del pueblo argentino y, en este tiempo particular, la Argentina necesita estar cubierto por el manto de la Virgen. Necesitamos entonces renovar nuestra esperanza, ponernos bajo el manto de la Virgen”, sostuvo.
Hacia el final de su homilía, el arzobispo de Mercedes-Luján animó: “Dejate cobijar, dejá que la Virgen de ampare, te cuide. Recordemos la imagen, la puerta es la forma que tiene María para cuidarnos. Es una gran alegría estar juntos, renovando nuestra fe y nuestra esperanza”.
Luego de la proclamación de la homilía, se procedió a realizar la renovación de las promesas bautismales.
Seguidamente, jóvenes de la comunidad arquidiocesana acercaron el nuevo manto hacia el altar, donde fue recibido y bendecido por monseñor Scheinig junto al equipo sacerdotal del santuario de Luján. Luego de unos instantes dedicados a su apreciación y a la oración al costado derecho de la imagen auténtica de la Virgen de Luján, le fue colocado por la hermana Elizabeth y las servidoras Benigna y Alejandra, con la asistencia de los sacerdotes Lucas García y Sebastián Ríos, ante la mirada de la feligresía que colmó la basílica.
El padre García, rector del santuario de Luján, expresó: “Cambiarle el manto a la Virgen es para nosotros siempre una alegría ¿Qué significa este gesto? Es parte fundamental de la relación de la Virgen de Luján con el pueblo. La vestimos a ella, regalándole amor y cariño, y ella nos devuelve el abrazo maternal a través de este manto. Es una alegría inmensa poder vivir esta fiesta, y así prepararnos desde el corazón para el 8 de mayo celebrar el día de la Virgen de Luján”.
El sacerdote afirmó también que “es importante contarles que el manto que se le ha retirado a la Virgen, y que por supuesto vistió desde el pasado 8 de mayo hasta hoy, será cortado en pequeños pedacitos para luego ser aplicado sobre la estampita de la Virgen y que, en un gesto de amor, humildad, cariño y generosidad, será entregado a todo el pueblo fiel de Dios en el marco de la solemnidad de Nuestra Señora de Luján, desde el próximo fin de semana”
Fuente: AICA