Ya hay diez universidades que están haciendo pruebas pilotos en en la enseñanza en el mundo virtual de metaverso. Después de un par de años de pandemia y zoom, muchas universidades han ido por más con la idea de dar clases en el metaverso.
El metaverso es un término que se refiere a un universo virtual en línea, donde los usuarios pueden interactuar entre sí y con un entorno virtual tridimensional. En otras palabras, es un mundo digital compartido en el que las personas pueden participar en actividades y experiencias similares a las que tendrán en el mundo real, como jugar, socializar, asistir a eventos, comprar y vender bienes virtuales, crear y modificar objetos y entornos, entre otras cosas.
¿Quién no quiere aprender literatura sentado en el aula de Harry Potter? ¿O aprender de historia mientras viaja a un ferrocarril de inicios de 1900? ¿O hasta incluso manipular un corazón desde dentro de la válvula aórtica?
Con cascos de realidad virtual, los estudiantes pueden entrar en un corazón humano, construir moléculas gigantes y visitar las pirámides egipcias sin salir de su dormitorio.
Ya hay 10 universidades que recibieron un ticket gratuito para poder ingresar en el mundo virtual ya que Meta, la empresa que antes conocíamos como facebook, está incorporando universidades a su metaverso.
¿Quién no quiere aprender literatura sentado en el aula de Harry Potter? ¿O aprender de historia mientras viaja a un ferrocarril de inicios de 1900? ¿O hasta incluso manipular un corazón desde dentro de la válvula aórtica?
La universidad de Maryland, mientras escribo este artículo, ya está ofreciendo cinco cursos de realidad virtual. Y no solo eso, también un nuevo diseño del campus. Creado por VictoryXR, una empresa de software de educación de realidad extendida con sede en Davenport, Iowa, el campus virtual es inequívocamente un campus universitario. Los edificios de estilo georgiano con columnas blancas rodean un césped de hierba verde brillante. Un par de ánades reales se persiguen a través de un estanque en el centro. Un columpio de cuerda cuelga de un árbol, y es un paseo divertido si tienes estómago para ello.
En este nuevo campus «Web3», un estudiante podría ponerse un auricular y caminar hacia el edificio administrativo, donde el avatar de un oficial de ayuda financiera podría reunirse con el estudiante y responder preguntas.
En Argentina quien hace punta de lanza con el diseño de metaverso es la Universidad Católica de Salta. El metaverso UCASAL está constituído por tres grandes áreas. Por un lado, un área académica y de esparcimiento que incluye una tienda de merchandising, una cafetería, una librería virtual, y stands donde se explorarán transacciones electrónicas; por otro, un área magna para grandes eventos. Dentro de cada espacio, cada uno de los avatares participantes puede dialogar con quien desee, a través de lo que el metaverso llama “audio espacial”, que permite escuchar solo la conversación elegida.
¿Cuánto tiempo pasará para que las mayorías de las instituciones con recursos puedan desarrollar su propio metaverso? ¿Y cuánto para que ese metaverso sea abierto y funcione en red? Probablemente poco.
¿Cuánto tiempo pasará para que esta modalidad llegue a las instituciones públicas y gratuitas? Probablemente mucho.
¿Será que ante el inminente cambio de paradigma, se produzca la brecha en la calidad educativa entre quienes pueden pagarla y quienes no?
Según la última evaluación que llevó a cabo La consultora QS a más de 1.400 universidades de todo el mundo, las tres mejores universidades de latinoamérica son públicas: la UBA (Universidad de Buenos Aires), la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM y la Universidad de São Paulo (Brasil).
Todavía, enseñar y aprender en universidades públicas, otorga un prestigio que a base del modelo clásico de proceso enseñanza-aprendizaje, se mantiene. El docente, sus conocimientos y habilidades en la transmisión, tiene un protagonismo por encima de los recursos. ¿Cambiará la tendencia?
Marcos Tabossi
www.vocaciondeorientar.ar
Redes sociales: @vocaciondeorientar