Sábado cerca del mediodía. Las mesitas característicamente ubicadas en las esquinas y las puertas de los supermercados comienzan a aparecer. Encabezados por el Concejal Carlos Mosso, los miembros del partido Juntos vuelven a ocupar su lugar habitual en la esquina de 24 y 25, así como en las entradas de los supermercados. Los militantes de Juntos distribuyen folletos con la foto de Carlos Mosso junto a Patricia Bullrich, ofreciendo sus contactos a través de las redes sociales y un número telefónico directo para que los vecinos se comuniquen.
Aunque aún no es oficial la fecha para tal despliegue en «modo electoral», desde el espacio de Carlos Mosso reiteran una y otra vez que ellos son diferentes. Afirman no estar allí para hacer propaganda ni para solicitar votos, sino para conversar con los vecinos y escuchar sus inquietudes, una práctica que están realizando desde hace mucho tiempo.
La gente muestra mayor reticencia a abrir la puerta de su hogar y hablar con desconocidos, aunque destacan que el concejal Mosso es una figura reconocible en todas partes.
El espacio de Juntos, anteriormente conocido como Cambiemos, impulsó esta modalidad de salir a la calle en grupos a realizar «timbreos», visitando casa por casa para dialogar con los vecinos. Sin embargo, en la actualidad, la gente muestra mayor reticencia a abrir la puerta de su hogar y hablar con desconocidos, aunque destacan que el concejal Mosso es una figura reconocible en todas partes.
Es por esto que el equipo de Juntos recorre los barrios, ya que consideran que la actividad en la calle les permite tener una visión más amplia de los temas que preocupan y molestan profundamente a los vecinos. Un factor común que se destaca en sus redes sociales es la incertidumbre y la decepción que los residentes de Mercedes están experimentando.
Los vecinos plantean diversas solicitudes, desde mejoras en la iluminación hasta el arreglo de una cañería, pasando por reclamos administrativos y, por supuesto, una creciente preocupación por la inseguridad. La gente se acerca al Concejal para solicitar su ayuda, en su mayoría debido a la fatiga de reclamar al Municipio y sentir que no son escuchados.