Adolfo «Guri» Perazzo
, una leyenda del básquet argentino de 72 años, ha regresado por unos días a su ciudad natal de Mercedes y aprovechó la oportunidad para entrenar a las jóvenes promesas del Club Estudiantes.
Perazzo, quien representó a la selección argentina en numerosas ocasiones, se encontró siendo parte de la preparación de los equipos de Primera División y categorías menores del club. Asimismo, charló con padres y dirigentes, y destacó las virtudes de esta institución, con la que aseguró a este medio habrá más trabajos conjuntos.
El basquetbolista, quien ha dejado una huella indeleble en el mundo del ese deporte en la Argentina, tiene una vasta experiencia y un conocimiento profundo de la disciplina y quiere brindarlo.
Los jugadores y las jugadoras del Club Estudiantes sin duda se beneficiaron de su experiencia y conocimiento mientras continúan desarrollando sus habilidades en el campo.
Este martes por la noche, en la última de las charlas ofrecidas por Perazzo, las chicas del Club pudieron intercambiar tácticas de juego con el experimentado ex jugador profesional.
En diálogo con Noticias Mercedinas, y a poco de regresar a Mar del Plata, donde reside, Perazzo comentó: “Vine la semana pasada, iba a quedarme 10 ó 15 días por cuestiones familiares. Ya con anticipación había hablado con dirigentes de la Asociación y les dije si podía hacer una clínica en estos días, que hablen con los clubes y quienes tuvieran intenciones se ser parte me avisaran. Pero el único club que se acercó fue Estudiantes, por eso la semana pasada estuve lunes, miércoles y viernes de 20 a 23 con los deportistas de Estudiantes y lo mismo hice lunes y martes de esta semana, porque hoy ya estoy iniciando mi viaje de retorno a Mar del Plata”, contó esta mañana.
“Se trabajó muy bien, intensamente, con divisiones menores, la primera masculina y la femenina”, agregó y se mostró “muy contento del trabajo que se hizo”: “Se trabajaron los fundamentos, visión de campo, las capacidades que cada uno tiene y las distintas situaciones de juego”, amplió Perazzo.
“Se trabajaron los fundamentos, visión de campo, las capacidades que cada uno tiene y las distintas situaciones de juego”
“Encontré un club excepcional, con dirigentes extraordinarios, con ganas de trabajar, con la parte técnica muy buena, con humildad y apoyo constante. Esto no lo he visto en otras clínicas que doy frecuentemente. Y ni hablar de los jóvenes e integrantes de la primera, que se entregaron a los entrenamientos de una forma increíble y eso da resultado positivo. He quedado enganchado con estos dirigentes y vamos a establecer contactos en lo que sigue, ya sea en el año como posteriormente, con posibles idas a Mar del Plata a ver si podemos hacer algunos intercambios con clubes”, divulgó Perazzo.
“Siempre que me acerque a Mercedes iré al club para seguir trabajando allí”, remarcó e indicó que entregó material a jugadores, padres, entrenadores y dirigentes, de conceptos a tener en cuenta en el básquet y la vida “para una juventud alejada de la violencia y la drogadicción”.
“Con el corazón como mercedino retorno a Mar del Plata con mucha satisfacción, alegría y un montonazo de amigos más. Y aprovecho para saludar a la gente de Estudiantes, que son una maravilla y cuentan conmigo para siempre”, concluyó.
«Con el corazón como mercedino retorno a Mar del Plata con mucha satisfacción, alegría y un montonazo de amigos más»
Por último, Perazzo expresó sus felicitaciones y reconocimiento a la Asociación Mercedina de Básquet, que «ha comenzado a reorganizar el básquet en la ciudad, algo sumamente importante».
«Hay que apoyarlos y tratar de que la Asociación siga creciendo dentro de los valores del deporte y que Mercedes vuelva a ser la cuna del básquet que fue. Espero que en las próximas oportunidades que llegue a la ciudad haya otras instituciones deportivas interesadas que se sumen a Estudiantes y podamos trabajar con los chicos, los padres, dirigentes y entrenadores», indicó.
Una extensa trayectoria
Nacido el 20 de mayo de 1951 en Mercedes, Adolfo Perazzo fue un ala pivote de extenso paso por la Selección. En 1971 fue su debut, fue parte de 87 partidos con la Selección, convirtió 915 puntos y obtuvo dos campeonatos.
Fue uno de los principales referentes de la Selección en su época, pieza esencial del equipo que logró la clasificación para los Juegos Olímpicos de 1980, que finalmente se vio opacada por el boicot que llevó a no participar de la cita. El «Gurí» dejó una larga huella también en Obras, Quilmes, Peñarol, Boca y Gimnasia de la Plata, entre otros, y hasta pasó por el básquet italiano.