En conmemoración de los 47 años de la Masacre de los Palotinos, este 4 de julio se llevarán a cabo diversas actividades en honor a la vida y obra de los religiosos asesinados en Belgrano. Los sacerdotes Alfredo Leaden, Alfredo Kelly y Pedro Duffau, junto a los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti, serán recordados por su entrega y sacrificio.
Las propuestas, organizadas por la Coordinación de Derechos Humanos de Mercedes, Palotinos por la Memoria la Verdad y la Justicia, y la Dirección de Cultura, tienen como objetivo mantener viva la memoria de estos mártires y reafirmar la importancia de la justicia y la verdad.
La jornada de homenaje incluirá diversas actividades, las cuales se detallan a continuación:
10:00 horas – Charla y Muestra artística y documental «Juntos vivieron, juntos murieron». En el Foyer del Teatro Argentino se llevará a cabo una muestra artística y documental que contará con la participación de reconocidos artistas como Marcela Brown, Roberto Frangella y Javier Navarro Gallo. En esta exposición se exhibirán fotografías, documentos y objetos patrimoniales que pertenecieron a los mártires. Ramiro Varela, referente de Palotinos por la Memoria, la Verdad y la Justicia (CABA), ofrecerá una charla abierta en la sala B del teatro, dirigida a alumnos secundarios y público en general.
12:00 horas – Gesto religioso en el Cementerio Municipal de Mercedes. En este lugar descansan los restos de los curas palotinos Alfredo Leaden, Alfredo Kelly y Pedro Duffau. La ciudad de Mercedes fue testigo de la gran actividad religiosa de estos sacerdotes y fue donde la orden de los palotinos irlandeses se estableció en 1886. Autoridades religiosas locales y el Cura Párroco Bocca de Belgrano acompañarán este emotivo gesto.
Continuidad en CABA – Iglesia San Patricio de Belgrano. Tras una misa recordatoria a las 19:00 horas, se realizará un traslado hacia el oratorio donde se encontraron los cinco cadáveres acribillados. A las 20:00 horas, en el Salón Parroquial de Belgrano, se presentará un libro con las homilías de Pedro Duffau.
La muestra artística y documental estará abierta durante todo el mes de julio en el Foyer del Teatro Argentino, permitiendo su visita de lunes a viernes, de 9:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas.
Estas actividades buscan honrar la memoria de los mártires palotinos, quienes dedicaron su vida a la comunidad y perdieron la vida en defensa de sus convicciones. Además, se promueve la reflexión sobre los valores de justicia, memoria y verdad, fundamentales para construir una sociedad más justa y respetuosa.
La Masacre fue perpetrada en la madrugada del 4 de julio de 1976, en circunstancias en que un grupo armado de la última dictadura cívico militar, asesinara brutalmente a los sacerdotes Alfredo Leaden, Alfredo José Kelly y Pedro Eduardo Dufau y a los seminaristas Salvador Barbeito Doval y José Emilio Barletti en la Parroquia de San Patricio, en el barrio de Belgrano.
Tres sacerdotes y dos seminaristas fueron asesinados en la Iglesia de San Patricio del barrio de Belgrano el 4 de julio de 1976. Pese a que gran parte de la institución católica apoyó el Proceso de Reorganización Nacional, algunos religiosos se posicionaron en contra por la represión social del nuevo gobierno. Los sacerdotes de la ‘Masacre de San Patricio’, al igual que muchos otros, fueron víctimas del terrorismo de Estado.
El asesinato de los sacerdotes Alfredo Leaden, Alfredo Kelly y Pedro Duffau, y los estudiantes Salvador Barbeito y Emilio Barletti sucedió en la parroquia del barrio de Belgrano, ubicada en Estomba 1942. Los religiosos palotinos fueron brutalmente asesinados el 4 de julio de 1976 por un grupo de tareas de la dictadura militar, que ingresó a la casa parroquial que habitaban los palotinos y, tras identificarlos, los fusiló. En las puertas de dos de las habitaciones de los religiosos, los asesinos dejaron inscripciones en las que acusaban a los palotinos de “envenenar la mente de nuestra juventud”. Los palotinos no fueron miembros formales del Movimiento de Curas Tecermundistas, aunque su prédica coincidía con los sectores eclesiásticos que, hacia fines de los 70, ejercieron un fuerte compromiso con los pobres en el marco de un perfil altamente imbricado con el poder de la Iglesia católica. Si algo caracterizó a este grupo de curas palotinos durante la última dictadura fue la valentía y el compromiso que asumieron al denunciar en sus homilías las sistemáticas violaciones a los derechos humanos que eran cometidas a partir del ejercicio del terrorismo de Estado. La investigación judicial por la masacre de San Patricio iniciada en 1976, suspendida en 1977 y reabierta en 1984, no descubrió quiénes fueron los autores e instigadores del quíntuple homicidio.