La comunidad palotina conmemoró el 47° aniversario de la Masacre de San Patricio con una misa en el templo del barrio porteño de Palermo. En esta masacre, ocurrida el 4 de julio de 1976, fueron asesinados los sacerdotes Alfredo Leaden, Alfredo Kelly y Pedro Duffau, y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti.
La misa fue presidida por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Enrique Eguía Seguí, y concelebraron varios sacerdotes y obispos. También estuvieron presentes laicos de comunidades palotinas de diferentes lugares, religiosas de distintas órdenes y grupos scouts. Participaron laicos de comunidades palotinas de Castelar, Mercedes, Suipacha, Turdera, Munro, José León Suárez y Capilla Itatí. También, religiosas palotinas, vicentinas, de Schoenstatt y hermanas de San Pedro Claver, e integrantes del grupo scout San Patricio, familias, docentes y chicos del colegio San Vicente Palotti.
El 4 de julio de 1976 fueron asesinados los sacerdotes Alfredo Leaden, Alfredo Kelly y Pedro Duffau, y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti.
En su homilía, monseñor Eguía Seguí destacó el valor de la entrega y el sacrificio por un ideal. Recordó que los mártires de San Patricio dieron su vida enfrentando el mal y la injusticia, y que su sacrificio sigue siendo un testimonio poderoso de fe y amor.
La alfombra manchada de sangre, donde fueron encontrados los cuerpos de los mártires, fue mencionada como un símbolo que «nos recuerda la importancia de seguir a Cristo sin importar los riesgos». El obispo invitó a la comunidad a buscar también la entrega y el sacrificio en sus propias vidas, siguiendo el ejemplo de los mártires.
Esta conmemoración fue una ocasión para recordar y agradecer la entrega padecida de los mártires de San Patricio, y para renovar el compromiso de seguir su ejemplo en la búsqueda de un mundo mejor.