En una destacada colaboración en pro de la niñez y adolescencia, el Municipio de Mercedes ha estado trabajando en estrecha coordinación con la «Dirección de Niñez y Adolescencia» y la «Fundación Navarro Viola».
Esta asociación ha dado lugar a capacitaciones, monitoreo de proyectos y la implementación de programas dedicados al cuidado y desarrollo de la infancia. Entre estos esfuerzos, el programa «PIP» (Primera Infancia Primero) se alza como un faro en la promoción de una crianza respetuosa y la garantía de los derechos de los niños. Este programa ha tenido la participación de familias que integran el programa Primeros Mil Días, tanto de índole municipal como no municipal.
Gabriela Olivella, directora de Niñez y Adolescencia, compartió que recientemente se llevó a cabo el cierre de la primera fase del programa PIP, con el apoyo de la Fundación Navarro Viola y el Municipio. En esta fase, que abarcó 20 semanas, 85 familias participaron activamente. Olivella también anunció con entusiasmo que la segunda fase se está iniciando, con la esperanza de que alrededor de 150 familias se involucren.
El programa PIP opera mediante la colaboración activa con las familias, donde facilitadores capacitados visitan cada hogar durante 20 semanas. Este servicio está destinado a familias con niños y niñas menores de 5 años. La Fundación Navarro Viola proporciona directrices que ofrecen una variedad de actividades para trabajar con los adultos, quienes luego pueden replicar estas actividades con los niños.
El enfoque del programa incluye la lectura de cuentos, actividades artísticas como dibujo y pintura, entre otras acciones aparentemente sencillas pero valiosas para el desarrollo infantil. Gabriela Olivella hizo hincapié en la importancia de estos momentos compartidos, afirmando que «a veces, en medio de la vorágine de la vida diaria, no damos el tiempo necesario a los niños». Además, según la edad de los niños, se abordan temas relevantes como la lactancia, la reducción del tiempo frente a las pantallas y la estimulación del lenguaje.
Olivella destacó que las familias han demostrado gran aprecio por el programa, ya que les proporciona herramientas de crianza que quizás desconocían o no habían considerado antes. Por ejemplo, resaltó la relevancia de la lectura de cuentos en la adquisición del lenguaje, un aspecto que puede pasar desapercibido pero que es esencial.
En su compromiso por promover un ambiente propicio para el aprendizaje y el afecto, el programa PIP también brinda a las familias diversos materiales, como cuentos, cartas y pinturas, para fomentar la interacción y el disfrute en familia. Gabriela Olivella concluyó expresando su admiración por este programa, que ha demostrado ser un instrumento valioso para el bienestar y el desarrollo integral de los más jóvenes en la comunidad.