Tras su paso por distintos medios locales como TeleRed, el diario La Hora, Canal 5 Santa María y FM Santa María, y tras 24 años como profesional en la comunicación, la querida Margarita Garau se va de la ciudad, deja la profesión y se muda con su emprendimiento familiar –que no está relacionado con los medios– a Huerta Grande, en Córdoba, donde ya tiene una casa y proyecto de vida en marcha.
Desde el Valle de Punilla comentó algunos aspectos que hacen a este cambio que se animó a encarar.
“Nosotros en los últimos años hemos visitado varias veces Córdoba pero en las últimas oportunidades nos pasó que nos costaba volver” –relató a Noticias Mercedinas– “y charlando en familia, decíamos que estábamos esperando todo el año para venir, después nos cuesta irnos, volvernos a Mercedes, y nos preguntábamos por qué no venir a vivir acá. Pero bueno, se planteó hace muchos años como para el futuro”.
Y el futuro llegó, como dice la canción. “Mi papá vivía con nosotros y la verdad es que no era viejito. Él no se quería mover de la ciudad, pero una vez que faltó mi papá ya lo planteamos como algo más concreto. Y después se dieron las circunstancias de la vida, empezamos a mirar casas, nos marcamos unas cuantas, pero había en distintas zonas. Originalmente era en Capilla del Monte, pero después vimos otras casas lindas también en esta zona del Valle de Punilla y había una en especial, que siempre se nos aparecía y nosotros decimos que nos buscó, que nos llamaba, y así fue que esa es la que compramos: en esa casa emprendemos nuestra aventura aquí en Córdoba, en el Valle de Punilla”, narró Margarita.
Del pasado ya, vale recordar su raid por los medios locales. Cuando terminó el colegio secundario se fue a estudiar a la Universidad del Salvador la carrera de Comunicación Social, luego se cambió a La Plata, donde incluso pensaba quedarse a vivir. “Pero falleció mi mamá, mi papá quedó solo, y él que era español no tenía nadie más que a mí, porque no tenía primos ni hermanos. Entonces no lo iba a dejar solo, le propuse mudarse a La Plata pero no le gustó la idea y entonces me fui a Mercedes y dije que me iba a quedar un tiempo a ver si lograba convencerlo de irnos a La Plata, y mientras estaba aquí hubo un casting en TeleRed, me presenté aunque nunca había hecho un casting y quedé. Así fue que empecé a trabajar, hacía de notera y finalmente no terminamos en buenos términos con TeleRed. Pero eso es otro tema, y cuando me quedé sin trabajo Andrea Dematey, que fue compañera mía de la escuela, me dio la oportunidad de ir a trabajar al diario La Hora. Así que ahí estuve ejerciendo distintas tareas, escribiendo con un grupo de personas sensacional. Fue maravilloso y ahí siempre digo que el que me brindó una gran ayuda fue Miguel Demergasso, porque él me explicaba, dado que yo hacía tantos años que no estaba en Mercedes, y había gente que no conocía, lugares adonde tenía que ir a hacer notas y él siempre estaba ahí para apoyarme, para decirme qué hacer o dónde ir. Así que siempre tengo en el corazón ese buen recuerdo de él”.
«Quizá ni se me hubiera ocurrido dejar la radio. Pero son elecciones que uno tiene que hacer y a mi edad uno no tiene mucho tiempo para pensar»
Y desde el diario La Hora, Garau pudo conectarse con su próximo destino en los medios: el incipiente canal del Arzobispado. “Estando en el diario fui a hacerle una entrevista al entonces Arzobispo de Mercedes – Luján que era monseñor Emilio Ognenovich y él después me mandó a llamar, tuvimos una charla y me propuso que me sumara al Canal Santa María, así que estuve trabajando como notera, hacíamos notas en Mercedes y en distintas localidades, y después me sume a la conducción del noticiero con César Cáceres. El hacía el noticiero a la noche, y después estaba a la mañana Santiago Acosta. Era un gran grupo, genial todos y cada uno de mis compañeros, tengo muy buenos recuerdos de todos. Pero después lamentablemente cerró el canal y a mí me convocaron para la radio, así que arranque en la radio y estaba sola al principio muy temprano. Nació mi hija yo la llevaba y estábamos las dos solitas, por lo que ahí fue como mi segunda casa. Y yo la vi crecer, desarrollarse, desde estar sola a tener un montón de programas, hubo distintos directores, pero con el que más tiempo compartí fue con Alfredo Uncal, y la verdad es que se quedó un pedazo de mi alma, digamos de mi corazón ahí, porque compartimos muchísimas cosas: proyectos, sueños… Y quizá ni se me hubiera ocurrido dejar la radio. Pero son elecciones que uno tiene que hacer y a mi edad uno no tiene mucho tiempo para pensar, porque ya tengo 54”, comentó en el raconto de cómo se fue dando todo.
Lo cierto es que Margarita dejó FM Santa María. Renunció y el 31 de octubre hizo su último programa: “Me lloré todo en el último programa porque la gente me mostró mucho cariño, afecto, y mucha gente… Yo sobre todo me dedicaba a la parte regional, así que he conocido muchísimas personas, muchos artistas, músicos, pintores, actores, muchísimos lugares y me llevo los mejores recuerdos de la radio”, completó con la humildad, perfil bajo y tranquilidad que siempre la caracterizó.
En nuevo rumbo seguramente ese aplomo le servirá, en su nuevo proyecto que nada tiene que ver con los medios: “Voy a poner el negocio que tenía, que es un emprendimiento familiar en el que vendemos productos personalizados: tazas, remeras, gorras, vinilos, trabajamos distintos materiales y hacemos cosas personalizadas, desde hace bastantes años, así que nos vinimos con esa propuesta. Lo más próximo es instalarnos, estamos viendo si en Huerta Grande o en algún local en La Falda. Y acá hay una radio chiquita, en La Falda también hay y no sé más adelante. Quizás, por ahí, me va a tirar. Y ahí voy a ver si puedo hacer algo en radio, pero por lo pronto mi objetivo es el negocio”, comentó.
