Desde las 14.00, la siesta de Mercedes tuvo otro sentido esta tarde. Los amantes de la fotografía despertaron y estaban en un sueño profundo y real con Juan Meoniz, presente en el 9º Encuentro Internacional de Fotógrafos de Plaza que él motorizó y se hizo en su homenaje en este 2023.
Con una pintoresca y llamativa presencia de varios fotógrafos de distintas ciudades se llevó adelante este sábado por la tarde el evento especial en homenaje al hacedor muy recientemente fallecido.
«Dejó todo para que las nuevas generaciones puedan interesarse en esto, y me parece bárbaro, porque hay un montón de chicos que están viendo de qué se trata esto. Y creo que puede estar muy contento, porque anda por acá»
Su esposa, Norma, llevó al lugar en que siempre su amado Juan se reunía con sus amigos una cámara que estaba en construcción cuando la muerte se lo llevó. La caja estuvo en exposición y con ella posó para las fotos, sonriente. “Era una cámara que había empezado y no pudo terminarla”, comentó entrevistada por este medio.
“El ya no se podía mover y últimamente no podía hablar, y la estaba haciendo a su pedido y con su ayuda una persona que no era minutera, así que ahí quedó… pero pudo empezarla”, dijo Norma sobre la pasión de su compañero, y reconoció que hoy está “más allá de todas las emociones, feliz de que esté toda esta gente acá”.
Norma destacó que aún no puede creer lo que él sembró, la pasión por este tipo de fotografía, por este trabajo artesanal, manual, paciente, de una época atemporal, en la que también está Juan totalmente presente. “Esto es lo que quería, y cuando él empezó no había nada. Estuvo recogiendo datos como pudo, y ahora hay planos por todos lados. Dejó todo para que las nuevas generaciones puedan interesarse en esto, y me parece bárbaro, porque hay un montón de chicos que están viendo de qué se trata esto. Y creo que puede estar muy contento, porque anda por acá”, expresó Norma.
Las personas no sólo están físicamente sino de distintas maneras. “El sembró esto porque era muy perfil bajo, lo que le interesaba era reunir a la gente, a las personas, y dejarlo ahí. Hoy va a ser el único día de este encuentro, pero normalmente eran tres días, nos reuníamos en una quinta y estos fanáticos locos que andan por acá se juntaban sábado y domingo e intercambiaban experiencias, hablaban de sus cámaras, y él era como que se corría. El lo generó y este es el noveno año, lamentablemente no pudo llegar pero pudo ser parte de una gran base porque por todo el mundo ahora hay estos movimientos”, amplió emocionada la compañera del homenajeado.
Cerca de las 17.00 hubo una foto de rigor con todos los participantes, que se prometieron volver a verse, y la siesta comenzaba a ser parte del pasado de ese día, y el tiempo minutero corría con desdén una vez más, implacable, hacia un final que nunca se sabrá cuando llega.
Los fotógrafos mercedinos volverían a sus quehaceres, los visitantes a sus ciudades, y en todos un poco de Juan se quedaría presente, como en esta plaza San Martín y en cada plaza que una cámara minutera retrate el momento que se fue y permanece, como él.
