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Adultos mayores fueron parte de un viaje al mundo artístico de Octimio Landi en visita a su casa

Este miércoles 28 de noviembre, un grupo entusiasta de adultos mayores, participantes de los cursos de PAMI de Historia Local y Arte, dirigidos por Guido Ortubia y la profesora Paula Cesaro, emprendieron una emocionante excursión a la antigua residencia del destacado artista Octimio Landi.

La vivienda, ahora convertida en un tesoro artístico, fue el escenario de un encuentro único con la centenaria esposa del artista, Quita Landi, quien a sus sorprendentes 101 años, compartió su sabiduría y amor por la obra de su difunto esposo.

Carmen Guinot, una de las alumnas y amiga cercana del matrimonio, describió la visita como la culminación de una profunda investigación sobre la vida y obra del artista. Cada rincón de la casa se reveló como una galería de arte en sí misma, con más de 700 obras que abarcan diversas disciplinas artísticas, desde pinturas y esculturas hasta esmaltado de azulejos. Todas estas creaciones están protegidas por la Ordenanza Nº 8455/2020, que las declaró de interés patrimonial en el centenario del natalicio de Octimio Landi.

Cada rincón de la casa se reveló como una galería de arte en sí misma, con más de 700 obras que abarcan diversas disciplinas artísticas, desde pinturas y esculturas hasta esmaltado de azulejos. Todas estas creaciones están protegidas por la Ordenanza Nº 8455/2020, que las declaró de interés patrimonial en el centenario del natalicio de Octimio Landi.

Durante el recorrido, la reconocida artista plástica y ex Coordinadora de Museos, Marcela Brown, explicó la importancia de este acto de patrimonialización. Este es el primer paso para cumplir con el anhelado deseo de Octimio: convertir este espacio en un museo dedicado a la cultura y el arte, especialmente destinado a niños y jóvenes carenciados. La viuda, Quita, expresó con emoción su compromiso de mantener vivo este deseo y los presentes escucharon atentamente los pasos y plazos establecidos por acta notarial para hacer realidad esta visión artística.

La protagonista inesperada de la jornada fue Quita Landi, cuya memoria intacta y vitalidad dejaron a todos maravillados. Compartió anécdotas y señaló con orgullo una fotografía en sepia de su infancia, sumergiéndolos en el pasado de los corsos del año 1927.

Después de explorar el taller, la biblioteca, las habitaciones y el patio, guiados por Ricardo Bartolomeo, discípulo de Octimio y considerado como un hijo por Quita, el grupo se despidió.

Hombres y mujeres se alejaron con el corazón lleno de paz y esperanza, llevándose consigo la sensación de haber sido privilegiados al experimentar un momento inolvidable y sentir la presencia viva de Octimio Landi