En un programa televisivo en el que participó junto al presidente Javier Milei, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, criticó a la agencia estatal Télam indicando, erróneamente, que ésta tiene más empleados que Reuters en todo el mundo.
Asimismo, afirmó con notable desconocimiento que la agencia NA había cerrado. Además, aventuró: “Hoy la agencia es Twitter. Las noticias se dan por Twitter, Twitter es mucho más importante que tener una agencia”.
Lo dicho demuestra un preocupante desconocimiento de la funcionaria respecto de la realidad de los medios, como también del trabajo de los periodistas como factor clave para el acceso a la información de calidad que requiere una democracia republicana y transparente.
Equiparar el rol de una red social con la del periodismo profesional resulta no solo equivocado, sino peligroso para la institucionalidad.
Como expresó FOPEA hace unos días, la sensibilidad del momento histórico, el avance de la desinformación mediante la anarquía, la falta de rigor y chequeo de las redes sociales y la crisis de la industria obligan a recuperar el clima de armonía y de cordura para el debate público.
FOPEA advierte la importancia de la responsabilidad social que el rol de un funcionario amerita e invita a actuar con consciencia ciudadana a fin de evitar caer en informaciones engañosas.