En un emotivo mensaje en este aniversario del trágico asesinato del docente Carlos Fuentealba, el concejal Daniel Ivaldis del Frente Juntos en Mercedes, renovó el llamado a que su muerte no sea en vano. Recordando los acontecimientos de 2007, Ivaldis destacó la importancia de la lucha por un salario digno y la defensa de la educación pública.
El incidente, que tuvo lugar en Neuquén durante una manifestación docente en demanda de mejores condiciones laborales, resultó en la muerte de Fuentealba por el estallido de una granada de gas lacrimógeno disparada por fuerzas de seguridad.
Ivaldis subrayó la necesidad de no olvidar el sacrificio de aquellos que luchan por una educación de calidad y reafirmó el compromiso de seguir luchando por la justicia y la memoria.
Bajo el lema «Las tizas no se manchan con sangre», el concejal instó a la comunidad a mantener viva la memoria de Fuentealba y a continuar la lucha por un sistema educativo justo y equitativo.
El llamado de Ivaldis resonó en el contexto de un debate nacional sobre la importancia de la educación pública y el respeto a los derechos de los trabajadores de la educación.
En un momento en el que la educación pública enfrenta numerosos desafíos, el reclamo de justicia por la muerte de Carlos Fuentealba resuena con fuerza, recordando a todos la necesidad de mantener viva la memoria y la lucha por un futuro mejor para las generaciones venideras.
Su mensaje
Haciendo un poco de historia… En el año 2007 el inicio de clases se torno un tanto conflictivo a nivel nacional y en particular en tres provincias; Salta, Santa Cruz y Neuquén.
En Santa Cruz se realizaron marchas masivas,esto cosechó el apoyo de los estatales de la provincia y del conjunto de la población. El Gobierno intentó amedrentar a los docentes santacruceños con represión por parte de la Gendarmería Nacional que había enviado Kirchner para apoyar al gobernador de esa provincia.
Siempre con la complicidad de la burocracia sindical de Ctera de Hugo Yasky (hoy diputado por el Kirchnerismo)-Baradel, haciendo oídos sordos a los reclamos de los trabajadores, brindando apoyo explícito al gobierno de Kirchner,quien ese año desde la Casa Rosada estableció a nivel nacional un piso salarial de $ 1.040, cuando la canasta básica familiar rondaba los $ 2.400.Esto refleja la importancia que le daba aquel gobierno a la educación pública.
En la provincia de Neuquén esa mañana del 4 de abril del 2007 en reclamo a la necesidad de tener un salario digno la columna avanzó sobre la ruta, se realizó el corte y entonces el Gobernador Sobisch ordenó desatar una brutal represión con carros hidrantes y gases lacrimógenos.
Ya los docentes estaban retirándose cuando una granada de gas lacrimógeno, disparada a corta distancia, estalló en la cabeza de Carlos Fuentealba, que al día siguiente falleció.
Que todo aquello no haya sido en vano.
Hoy resulta más que necesario renovar nuestro compromiso en defensa de la educación pública.
«Las tizas no se manchan con sangre»
Memoria verdad y justicia!!
