La artista mercedina Luciana Lamothe está presente en la 60° Bienal de Venecia con su impresionante instalación «Ojalá se derrumben las puertas». Desde el pasado sábado, Lamothe representa a Argentina en uno de los eventos artísticos más importantes del mundo.
La obra, una megaestructura sinuosa y ondulante hecha de madera industrializada, ocupa la totalidad del pabellón argentino en un espacio de 500 metros cuadrados. Con diez metros de ancho, 20 de largo y 4,5 de altura, la instalación es una manifestación visual y física de la interacción entre la fragilidad y la fortaleza.
“La cultura es identidad, y sin identidad no hay país”, afirmó Lamothe, agradeciendo el apoyo público y privado que recibió para representar a Argentina en este evento internacional.
La obra consta de cuatro módulos ortogonales transitables, construidos a partir de tubos para andamios, sobre los cuales se suspenden cintas de madera terciada. Las curvaturas de estas cintas están determinadas por la tensión ejercida sobre ellas, tanto por el peso de los materiales como por el público que transita la instalación.
El proyecto de Lamothe fue seleccionado por un jurado que destacó su capacidad para representar la inestabilidad de los elementos y la posibilidad de alianzas y cooperación como caminos de subsistencia. La instalación combina elementos performativos, donde la acción del cuerpo de la artista sobre los materiales juega un papel crucial, con la habilitación de recorridos que involucran el peso de los cuerpos que transitan el pabellón.
La obra, que toma su nombre de un poema de la titiritera Elba Fábregas, se presenta como una reflexión sobre la fragilidad y la resistencia, invitando al espectador a explorar nuevas formas de vida y de relación con el entorno.
Con su participación en la Bienal de Venecia, Luciana Lamothe se consolida como una de las artistas argentinas más destacadas en el ámbito internacional, llevando la creatividad y la innovación de su país a un escenario global.